PEKIN (Reuters) -Rusia busca inversiones chinas en sectores como energía y telecomunicaciones. Por su parte, China, con una gran necesidad de recursos, pretende asegurar suministros a largo plazo de petróleo y gas desde Rusia, el mayor productor energético mundial.
Las conversaciones chino-rusas también tocarán los cercanos lazos energéticos del país, según indicaron el jueves funcionarios chinos a periodistas en una conferencia en el Ministerio de Relaciones Exteriores, agregando que esperan resolver la disputa sobre el precio del gas, estancadas por años.
«Seguimos muy divididos respecto al precio», dijo el vicedirector general de la Administración Nacional de Energía Gu Jun en la conferencia. «Necesitamos demostrar sinceridad en ambas partes para ver si podemos avanzar con las negociaciones», agregó.
También indicó que «la negociación sobre precios es una parte importante del viaje del viceprimer ministro Wang Qishan y esperamos disminuir las divisiones entonces».
Rusia comenzó a bombear unas 600.000 toneladas de petróleo de prueba a lo largo de su nuevo oleoducto East Siberian-Pacific Ocean (ESPO), que comenzará a llevar 300.000 barriles diarios a China en enero próximo.
Gu dijo que la diferencia respecto a los precios entre ambos países es de 100 dólares por 1.000 metros cúbicos.
La visita de Wen destaca la relación cada vez más cercana entre las mayores economías emergentes del mundo y se produce cuando China busca expandirse a mercados exportadores, más allá de las aproblemadas economías estadounidense y europea.
«La economía estará en el frente esta vez, específicamente respecto a cómo mejorar la estructura comercial entre Rusia y China», dijo Zhao Huasheng, director del Centro de Estudios de Rusia y Asia Central de la Universidad Fudan de Shanghái.
«Pese a que la relación se desarrolla muy rápido, como valor absoluto, sigue siendo bastante pequeña», indicó Zhao. «Las bases siguen débiles. No es como la que tenemos con Estados Unidos, Japón y la Unión Europea», agregó.
Aunque los lazos políticos y comerciales están mejor, algunos funcionarios rusos están preocupados por una China cada vez más autoritaria en la gran frontera rusa.
A inicios de septiembre, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, le dijo a los rusos que necesitaban perder su miedo a China, en medio de temores de que millones de chinos algún día se tomen vastas extensiones de terreno en el extremo oriental.