En la carrera por medir como corresponde y como mejor pagan los auspicios del programa, está clarísimo que Marcelo Tinelli pasó hace rato de ser el simple conductor a ser el «showman» absoluto del Bailando. Todo el ciclo se soporta en esa mezcla extraña de carisma y espontaneidad que a veces despliega Marce para hacer las delicias del público, aunque a veces se pase de vuelta. Esta vez, repartió besos en la boca al jurado y los participantes.
La búsqueda está a la orden del día y, si no surgen novedades espontaneas, pues entonces hay que «tunearlas», (remitiéndonos a la famosa frase de Moria Casán «Todo tuneado, señor Tinelli, todo tuneado»). Ese fue el caso del «show de los picos» que se dio apenas llegaba la primera flamante pareja del ritmo del Cha Cha Cha: como siempre, las hermanitas Escudero llegaron con su actitud entre inocente y seductora para prenderse del cuello del conductor, una de cada lado.
Después de lucirse en la pista y de llevarse 36 puntos con su performance, fue justamente Moria quien tiró la primera piedra, o mejor dicho, el primer envión hacia el pico de la noche. «Quiero que las hermanas le den un pico al conductor», lanzó. Marcelo agarró la posta instantáneamente y pretendió hacer un pico de «a tres», ante las reiteradas negativas de las hermanitas y del esposo de Vanina, que se hallaba en el piso.
Viendo y considerando que el trinomio se hacía imposible, Tinelli se lanzó a la carrera dando picos primero a los representantes del jurado (mujeres y hombres por igual), a las bailarinas y por último a Silvina Escudero, «Vanina se salvó por la presencia de Waldo», advirtió el conductor.
Hubo un «pase de chicle», harto repetido en las pantallas y una confesión repentina de la ex de Alé, que seguramente dará para más en la siguiente ronda: «Yo le voy a explicar a tus hijas que siempre te quise, que vos el año pasado te me insinuabas, que preguntabas por mí. Pero mirá que si tenemos algo, no podés coquetear con otras. Si sos mío, no sos de nadie más”, le advirtió. Marcelo cerró el tema con una reflexión profunda: «Ahora entiendo a Alé».
Mike Tyson sobre la Mole
Después llegó el turno de Mike Tyson y de su esposa Kiki. «Mis amigos me felicitaron por mi participación en ShowMatch», aseguró el púgil, quien también habló de la Mole Moli: «Me pareció un buen hombre, aunque bailando no es muy bueno», bromeó. En la pista se vio poco Cha Cha Cha, pero el jurado insiste en ver virtudes en la pareja internacional: «Necesito que tu marido te alcance. Es gracioso, pero lo dejaste afuera por momentos», dijo Carmen Barbieri y sumaron 30 puntos.
Cerrando la pista Mónica Listorti aprovechó la previa para sus quejas domesticas con José María: «Es vago con las pequeñas cosas. Me pide que le corte el queso», relató la morocha. Sin embargo en el baile Mónica se lució con un Cha Cha Cha original y a puro ritmo. «Estilo y elegancia» fueron los términos que usó el jurado, quien evaluó con 36 puntos a la pareja.
Fuente: La Voz