¡Este país es un país de desinformados! Queridos lectores, que un alma piadosa le diga a nuestro flameante director técnico Batista que el Titán de Boca ya casi se retiró, ya piensa más en irse de vacaciones que en ponerse la celeste y blanca. ¿Será una broma para arruinarle sus vacaciones?
Pero este mundo, tal vez por fortuna, está lleno de contradicciones. Y nuestro seleccionador dice que sí, ¡justo ahora! Cuando en verdad, pudo convocarlo un montón de veces, de pronto, como si sufriera cargo de conciencia lo quiere convocar a último momento para rendirle una despedida de la selección.
En principio, el amistoso será el lunes, ante Albania. Sin embargo, uno como hincha, como cronista especializado no deja de fantasear e inmiscuir entre sus pensamientos una duda existencial: ¿qué pasa si Martín Palermo la rompe, hace tres goles? ¡Con lo necesitados de goleadores que estamos para la Copa América?
Es un disparate pero lo digo igual y no voy a censurarme en materia de sueños. ¿Y si Martín se retira levantando la Copa América y siendo el goleador del certamen?
Batista debería darle esa oportunidad. Todos los argentinos queremos ver a Martín jugar la Copa. ¡Ese sería un verdadero homenaje! Y no un partido cachimbolo contra Albania.
¿Quién lo va a criticar a Batista si convoca al tipo mas querido de la Argentina? ¿Yo, usted? ¿Maradona? ¿Los hinchas de Peñarol? ¿Grondona? ¡Nadie!
Los directores técnicos deben tener actitud ganadora, jugarse y tomar riesgos revolucionarios. ¡Vivan las intenciones enormes, queridos lectores!
De todas formas, a pesar de las ganas, veo a Batista como una persona mesurada, de cero riesgos tomar. Un extraño director técnico, debo confesar. Francamente, no sé cómo puede desencadenarse el destino de Argentina en la Copa América con esta nueva dirección técnica.
Recordemos que Palermo es casi un hombre inmortal que está rodando una película llena de emociones y aventuras. Aunque parezca desmesurado, todo depende del director técnico y de las ganas de Martín.
Sé que las ganas de Martín están. Pero más allá de este delirio que puede convertirse en realidad, sea como sea, si finalmente el lunes entra de civil y le entregan una plaqueta y todo el estadio le agradece por sus goles, su comportamiento, su gran ejemplo profesional estaremos más que contentos.
Ocurre que, con el goleador de Boca, como con ningún jugador más, el hincha se da la oportunidad de soñar hasta casi lo imposible. Con Martín todo es posible.
Mientras tanto, nuestro ídolo el domingo tiene un partido muy duro, jugará contra Gimnasia y enfrente estará su amigo Barros Schelotto que pelea la promoción.
Como una broma del destino, las aventuras parecen no abandonar a Martín hasta el último minuto de juego.
Fuente: ESPN