River sufrió ayer el golpe más fuerte de su vida: el primer descenso de su historia. Tuvo todo para darlo vuelta, pero aquella arremetida, con gol de Pavone incluido, no encontró eco en el resultado. El gol de Guillermo Farré, a los 16′ del complemento, sentenció el partido.
River sufrió ayer el golpe más fuerte de su vida: el primer descenso de su historia. Tuvo todo para darlo vuelta, pero aquella arremetida en los minutos iniciales, con gol de Pavone incluido, no encontró eco en el resultado. El gol de Guillermo Farré, a los 16′ del complemento, fue la sentencia para un equipo millonario que se quebró futbolísticamente y que lejos estuvo de encontrar la llave para recuperarse. Así, Belgrano con el empate sacó provecho del 2 a 0 en el encuentro de ida y logró el ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino. El partido fue dado por terminado a los 44′ del complemento por el árbitro Sergio Pezzotta a raíz de varios incidentes protagonizados por algunos hinchas locales.
El corazón de River se paralizó a los 4′. Gol de Mansanelli, pero bien anulado por posición adelantada de César Pereyra. Sesenta segundo después llegó el primer grito de la tarde. Pavone recibió en el borde del área, giró y sacó un derechazo seco, bajo, a la izquierda de Olave.
El 1 a 0 le restó algo de tensión al equipo de Juan José López y Belgrano aprovechó para sacarle la pelota, pero sin generar demasiado riesgo frente al arco de Carrizo.
River volvió a hacerse del balón y creó varias situaciones que pudieron darle la ventaja necesaria. Un mano a mano de Pavone que despejó Olave, un cabezazo posterior de Juan Manuel Díaz que se fue por arriba del travesaño, un zurdazo defectuoso de Caruso. Pero antes de eso hubo un claro de penal de Chiqui Pérez sobre Caruso que Pezzotta obvió por completo. Pero no fue el único error del rosarino. Es que debió expulsar a Turus (ya estaba amonestado) por una fuerte falta sobre Caruso y lo mismo ocurrió cuando Arano (también cargaba con una amarilla) cometió una infracción desde atrás.
En el inicio del complemento el Picante Pereyra se comió un gol increíble y sólo por eso River seguía con chances. Pero la historia empezó a definirse con el gol de Farré tras un error garrafal de los centrales millonarios.
La gran chance de ponerse nuevamente a tiro la tuvo Pavone a los 24′, pero Olave le contuvo el penal al delantero y ahí sí todo se le vino abajo a River. Porque los nervios llevaron a los pelotazos y todo eso a la intrascendencia. A minutos del final la cosa se tornó incontrolable en algunas tribunas por eso a Pezzotta no le quedó otra que suspender el partido. Era el ascenso de Belgrano. También el descenso de un grande como River.
La marcha del silencio
Una vez terminado el partido y con los incidentes en las tribunas como el gran protagonista de la historia, el plantel de River se refugió en la mitad de la cancha bajo una estricta custodia por parte de personal de seguridad del club. Envueltos en el silencio y las lágrimas, a los jugadores no les quedó otra que introducirse en la manga y marchar rumbo al vestuario. La desazón del final.
Fuente: La Capital