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Una noche de tropiezos

Oreiro mostró su embarazo en lo de Susana, que ayer no hizo su ciclo

Por Dolores Moreno  | LA NACION

Anoche, el programa de Susana lo condujo Marley; anteanoche, el encuentro de las divas.

El programa del lunes arrancó justo a tiempo. Susana tenía una invitada muy especial, que después de anunciar meses atrás su embarazo todavía no había dado entrevistas sobre el tema. Recién llegada de Colombia, donde filmó la serie Lynch, Natalia Oreiro se sentó en el living de la diva para contar detalles de su embarazo y de paso presentar su película Mi primera boda. La noche se caracterizó por un sinfín de simpáticos malentendidos entre ambas estrellas. Oreiro, divertida, fue corrigiendo a medida que Susana iba cometiendo los equívocos (la conductora no realizó su programa ayer por un cuadro de fiebre que motivó una breve internación).

La actriz uruguaya, que lucía un típico vestido de Las Oreiro (bien apretado y sexy), fue encarada con un «Estabas distraída, no lo esperabas» de Susana. Y Oreiro, con una sonrisa, le contestó: «Sí, claro que lo esperábamos». «Ah, pero a mí me dijeron que no lo esperaban, que estabas en Colombia», devolvió Giménez. «¿Y entonces decís que fue así? ¿Como de casualidad?», le contestó pícara la uruguaya.

Ya sentadas las dos en el living, Susana le contó a Oreiro que había intentado mandarle un mensaje para felicitarla por el embarazo al enterarse de la noticia, pero la felicitación le había llegado a su productora, Inés, y en el segundo intento, a un amigo de Punta del Este.

Si los primeros minutos habían sido intensos, todavía faltaba lo mejor: sin perder su estilo, Susana interpeló a la actriz y le dijo: «Después de diez años con Ricardo (Mollo) ya era hora». A lo largo de la entrevista, el tema de la década de matrimonio de la pareja sería un punto en el que la diva insistiría hasta llegar a una frase entre lapidaria y cómica: «Nunca hubieras apostado por un matrimonio tan largo y tan feliz». A lo que Oreiro contestó: «Bueno, sí, en realidad uno trata de apostar». La diva insistía («es que a veces las cosas se hacen tan rápido») mientras Oreiro le retrucaba: «Me hacés matar de risa».

Susana quiso saber el sexo del bebe. «¿Querés que te lo diga? -desafiaba Oreiro-. Es un varón.» Natalia contó que en la familia había muchas mujeres (Ricardo Mollo tiene dos hijas), lo que provocó que la dueña de casa cerrara con un «lo que vas a mimar a la nenita de la familia», mientras la futura madre intentaba corregir: «Es un varón, un varón».

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