Camila Bordonaba supo ser una de las caras más rentables del imperio de Cris Morena, pero hoy prefiere la vida comunitaria.
Ni síndrome de «burn out» ni locura temporal: la ex estrella teen Camila Bordonaba lo pensó detenidamente y dejó las huestes de Cris Morena para internarse en el campo con una nueva familia artística, la del circo.
«Empecé en ‘Chiquititas’ a los 12 o 13 años y después vino ‘Rebelde way’. Fueron nueve años en los que aprendí un montón del oficio, la vida y el respeto», contó Bordonaba a la revista Paparazzi. Pero hoy elige la vida en carpa, «tener amores» y vivir del arte rústico alejado de los sets de grabación.
Tantos años en la pantalla chica y sobre un escenario (con la banda de RW llegó a viajar a España e Israel) lograron desgastar a Bordonaba, quien se muestra hoy muy distinta a la chica superproducida que bailaba y cantaba junto a Luisana Lopilato, Benjamín Rojas y Felipe Colombo. Con el pelo rapado de manera irregular y babuchas, queda poco de la chica de mini falda con tacos tipo stiletto.
Después de abandonar la tropue de Cris Morena, Bordonaba apareció en tiras de Pol Ka, como «Son de Fierro», y en otras producciones siempre en la televisión. Pero un día le hizo «click» la cabeza: «Ya no me sentía feliz y me puse a pensar: ‘Yo no soy parte de esto, yo no quiero ser esto'».
«Esto», como lo llamó la actriz de 26 años, era la maquinaria de la televisión a pleno, con su organigrama, horarios y jerarquías, en los que cada uno tiene su trabajo y no se mezcla con el otro. Entonces, Bordonaba armó junto a una amiga «Arcoyrá», un espacio de arte con el que se fue de gira primero a Bahía Blanca y después a Córdoba, donde está por ahora.
Lo que empezó como un pequeño proyecto en un galpón del barrio porteño de San Cristóbal se convirtió en una suerte de circo itinerante que se trasladó a Bahía Blanca tres años más tarde. Bordonaba y su socia, llamada Nadia Rodríguez, se subieron a un camión Mercedes Benz 608 y tras mucho manejar se asentaron en la comunidad artística de «El peladero», a las afueras de la ciudad.
Después de unos meses, las chicas y dos compañeros de ruta se fueron a Córdoba, donde la actriz está construyendo su casa «con los elementos que da la naturaleza», según explicó. «Me encontré a mí misma y ahora estoy viviendo en el monte, en una carpa, y cocinando en un fogón», comentó.
Bordonaba rescata a una persona especial de sus años en «Rebelde way», su compañero de banda Felipe Colombo. «Somos como hermanos, nos amamos», explicó.
Sin embargo, por estos días él es parte del elenco de «Herederos», una tira de Pol Ka, mientras que ella tiene la mirada en Santiago del Estero, donde planea presentarse en el cumpleaños de la abuela de los Carabajal, que es casi una fiesta popular.
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