La tormena intensificó su poder en su avance hacia EEUU, con vientos de hasta 185 km/h. Se espera que durante este fin de semana impacte en la costa de Carolina del Norte. Desde 2008 no se registra un fenómeno de tal magnitud en territorio estadounidense
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El huracán Irene se intensificó este miércoles con vientos de 185 km/h a su paso por las islas Bahamas y aumentaba a categoría tres cuando se encamina hacia el sureste de Estados Unidos con pronósticos de fortalecerse aún más, informó el Centro Nacional de Huracanes (NCH) en Miami.
Según los meteorólogos «los vientos máximos sostenidos aumentaron a cerca de 185 km/h con ráfagas más fuertes», por lo que ahora Irene es un huracán categoría tres en la escala de cinco niveles Saffir-Simpson. «Se pronostica algo más de fortalecimiento durante el día», indicó el NHC.
El ciclón que en las últimas horas había pasado de categoría uno a dos, se encontraba a 85 km al sureste de Acklins en las islas Bahamas y a 540 km al sureste de Nassau.
Irene tenía hasta ahora vientos máximos de 155 kilómetros por hora y se ubicaba a 650 kilómetros al sudeste de Nassau. Los meteorólogos prevén que se fortalecerá adicionalmente antes de dirigirse hacia la costa de Carolina del Norte para el fin de semana.
El fenómeno se desplaza hacia el oeste-noroeste a una velocidad de 15 kilómetros por hora y se espera que se haga un viraje para dirigirse hacia el noroeste, según el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de los Estados Unidos.
El huracán sería el primer ciclón que impactaría en territorio estadounidense desde 2008, cuando Ike llegó a Texas.
Los pronósticos del CNH a cinco días muestran al huracán alejado de la costa este de Florida, en los Estados Unidos, en dirección a Carolina del Norte, donde posiblemente toque tierra el sábado como un ciclón de gran intensidad.
La gente se abastecía de alimentos, tapiaba ventanas y llenaba de gasolina los tanques de sus autos el martes, mientras el huracán Irene amenazaba con intensificar la fuerza de sus vientos, convirtiéndose en el fenómeno más contundente en azotar la costa este de los EEUU en siete años.
Agua, pan y baterías desaparecieron de los anaqueles de las tiendas, mientras que se veían largas hileras de coches para cargar gasolina. Desde Florida hasta Maine, se le informó a los residentes que se preparan para cortes de energía e inundaciones.
Los meteorólogos advirtieron a los residentes de Florida que aunque el estado ya no está en el cono de probabilidades del paso del huracán, se sentirán condiciones de tormenta tropical y los vientos causarán un fuerte oleaje.
La Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por su sigla en inglés) de los EEUU advirtió ayer martes 23 que toda la costa este del país debe estar en alerta y recomendó a las personas prepararse.
La FEMA trabaja con el personal de emergencias de cada estado para analizar «con qué recursos cuentan» y cómo podrían organizar posibles evacuaciones.
Irene, el primero de la temporada de ciclones del Atlántico, azotó antes a Puerto Rico, la República Dominicana y Haití.
«El núcleo de Irene se moverá a través del sureste y centro de Bahamas hoy (miércoles) y sobre el noroeste de Bahamas el jueves», señaló el informe divulgado en Miami.
En la isla Providenciales (Turcos y Caicos) el aeropuerto, los bancos y los supermercados permanecían cerrados, y el huracán provocó daños en las líneas eléctricas y dejó las calles llenas de escombros. Luego de las islas Turcos y Caicos y las Bahamas, el huracán debería azotar la costa estadounidense.
Fuente: EFE – AFP
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