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La guerra entre Cabandié y Larroque paraliza La Cámpora

Los jóvenes K llegaron al ridículo de pelearse por ver quién repartía las entradas para la cena que encabezó Boudou en Parque Norte la semana pasada. “El Cuervo” quiere desbancarlo mediante una ex candidata que trabaja en las villas. La pasión del legislador porteño por la guitarra.

En la Ciudad La Cámpora está que arde por la pelea con rasgos infantiles entre dos de sus referentes que pugnan por definir quién es el líder de la organización de jóvenes K en territorio porteño.

El titular de La Cámpora, Andrés “El Cuervo” Larroque y el legislador porteño Juan Cabandié se están sacando chispas por ver quién manda a quién. La interna entre ellos no es nueva y se remonta al último acto de Néstor Kirchner, el 14 de septiembre de 2010 en el Luna Park.

En esa ocasión, al tratarse de un acto de la juventud, el único orador además de Cristina Kirchner iba a ser Larroque, pero finalmente quien habló fue Cabandié, lo que nunca fue perdonado por El Cuervo.

Ahora, la disputa tuvo un capítulo rayano a lo ridiculez. El jueves de la semana pasada, Amado Boudou encabezó una cena en Parque Norte a la que asistieron más de novecientas personas del peronismo porteño y como anticipó LPO, quienes pegaron el faltazo fueron los representantes de La Cámpora, si bien Cabandié estaba presente en la reunión en la que se definió la realización del evento.

Como pudo saber este medio, el faltazo se produjo por una guerra de celos entre Larroque y el legislador. Es que quien recibió las entradas para repartir entre los camporistas fue Cabandié, lo que hizo enfurecer al Cuervo: “el candidato ahora soy yo, vos ya fuiste”, lo cruzó.

El vocero de La Cámpora, Hernán Reivel, desmintió a LPO esos sucesos: “no existen los enfrentamientos, lo niego rotundamente”, señaló. Aunque desde el PJ tradicional arguyen lo contrario.

“Hay guerra nacional y popular prolongada entre Cabandié y Larroque”, bromeó a La Política Online un histórico puntero del PJ, acaso con sabor a venganza en la boca tras el desplazamiento que sufrió el peronismo en la Ciudad con el armado de las listas para los comicios de julio.

“Son muy soberbios, hay que llamarlos 5 minutos antes de cada reunión, si no no vienen”, rezongaron desde otro sector del PJ porteño.

Pérdida de casilleros

Es justamente su candidatura a diputado nacional lo que hace dudar a Larroque de sus posibilidades de ser el jefe de La Cámpora en territorio porteño. Es que Cabandié tiene más contacto con la rosca de la Ciudad desde su estratégico puesto en la Legislatura, más aún si se consolida como el líder de un interbloque K de 14 diputados.

El legislador se convirtió en las últimas semanas en el principal articulador con el macrismo, por su buena relación con el jefe de bloque del PRO, Cristian Ritondo, con quien se encuentra negociando las vicepresidencias de la Legislatura y la conformación de las comisiones.

Cabandié, sin embargo, perdió el lugar de privilegio que tenía cuando era Néstor Kirchner quien conducía el PJ. El legislador tenía una estrecha relación con el santacruceño de la que no gozaban sus pares de La Cámpora. Ahora, en cambio, todos tienen buen trato con Cristina, aunque ninguno es el mimado.

Con las desventajas de estos dos jóvenes dirigentes, quienes quieren ganar pista son otros dos integrantes de la mesa directiva de La Cámpora, Eduardo “Wado” De Pedro y Mariano Recalde, que “hacen la suya”. Aunque como pudo saber LPO, el titular de Aerolíneas Argentinas se inclina por Larroque.

La desmovilización

La consecuencia directa de estas peleas es la paralización de La Cámpora, que luego de los comicios porteños dejó de movilizarse, pese a la cercanía de las elecciones generales de octubre en la que juega con candidatos propios despilfarrados por todo el territorio nacional. «Este fin de semana se da una postal: se van todos a ver al Indio Solari a Junín y La Cámpora queda vaciada», agregan desde el PJ.

“Juancito está todo el día tocando la guitarra, pero la diferencia es que él no va a ser vicepresidente”, se quejan en el kirchnerismo porteño y señalan que Cabandié se cree “una estrella de rock”.

Larroque quiere aprovechar la parsimonia de Cabandié para desplazarlo de los lugares de liderazgo en la Ciudad. Para esto, como pudo saber este medio, impulsa a una dirigente de la organización para que se convierta en la referente de los jóvenes en el distrito.

Se trata de Paula Penacca, una joven de 30 años que fue séptima en la lista de candidatos a legisladores del Frente para la Victoria en los comicios del 10 de julio. Penacca tiene muy buena llegada a los barrios más pobres de la Ciudad –de hecho propició el triunfo de la organización en la villa 20 de Lugano– y a diferencia de los popes de La Cámpora, camina por las villas todos los días.

“Paula proviene de la militancia, no como Cabandié que cayó en paracaídas”, señalan en algunos sectores de La Cámpora.

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