Es la suma de las reservas de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). La UE quiere que los inviertan en sus bonos. Para el bloque sería más poder en el mapa geopolítico mundial. ¿Será la solución a la crisis?
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Por Alejandro Bianchi | abianchi@infobae.com
La crisis financiera está generando un cambio en el poder global de tal magnitud que la otrora poderosa Europa espera que los países emergentes, enriquecidos por el boom del precio de las materias primas, compren más eurobonos para darle oxígeno a sus cuentas fiscales. En los años 80 y 90, eran los países del llamado Tercer Mundo los que rogaban por financiamiento e inversiones al Primer Mundo para evitar las crisis.
El 22 de septiembre se reunirán en Washington los ministros de Economía y Finanzas de los BRICS para analizar si le dan una mano a Europa y así evitar el efecto dominó de la inestabilidad económica.
Los precios récord de commodities como la soja, el oro, el maíz, el gas, el cobre o el café le permitieron a los grandes productores de alimentos y metales acumular más reservas en sus bancos centrales. Los números con contundentes.
China tiene US$ 3,2 billones ahorrados en su banco central. Son las reservas más grandes del planeta. Es la segunda economía y la gran fábrica del mundo. Y ha crecido a tasas de entre 8% y 10% en los últimos 15 años. Es el país al que todos los europeos quieren seducir. Así lo hizo Silvio Berlusconi con el vicepresidente chino, Wang Bang (foto)
El premier Wen Jiabao dejó en claro en junio que China le iba a dar una mano a la eurozona. Y así lo hizo. En los últimos meses compró más bonos de Hungría, España, Italia, Portugal y hasta de la traumática Grecia.
En algunos casos ha servido para bajar las tasas que pagan esos títulos y calmar a los inversores. En otros, no tanto.
«El problema con Europa es tan grande que no lo puede resolver solo China», afirmó Ju Wang, jefe de renta fija de Barclays Capital en Singapur. «Van a comprar más deuda europea pero no creo que vaya a ser de una manera agresiva», agregó.
Más allá de la conveniencia estrictamente financiera de la inversión en eurobonos, tener deuda de grandes países hoy también es una forma de ganar poder. China es el principal acreedor de los EEUU, con US$1,1 billón en bonos del Tesoro. Brasil, otro de los BRICS, es el cuarto acreedor, con US$230.000 millones.
La primera economía de Sudamérica rompe récord todos los meses en la acumulación de reservas. A junio de este año contaba con US$ 335.000 millones, el sexto ahorro estatal del mundo. Brasil está «listo» para participar en un esfuerzo internacional para ayudar a los países europeos a lidiar con una crisis de deuda, dijo el miércoles la presidenta Dilma Rousseff.
Rusia es otro actor de peso en los BRICS y tiene fondos para justificarlo. En 2010, sus reservas en el banco central aumentaron en US$ 39.900 millones y hoy totalizan US$ 524.000 millones, las terceras del mundo.
Sudáfrica, es el menos poderoso del bloque emergente, al que se sumó en diciembre del año pasado, más que nada para que un país de África estuviera presente entre los representantes del mundo en desarrollo. Cuenta con US$50.041 millones de reservas (35 del mundo), un nivel óptimo para su economía pero sin mucho margen para gastar de más en títulos de más riesgo.
El ministro de Finanzas de Sudáfrica, Pravin Gordhan, es consciente de su lugar en los BRICS. «No estamos comprando eurobonos en este momento. Lo está haciendo un país como China, con US$ 3,2 billones en reservas. Somos el ratón Mickey en comparación con ellos en este tema», afirmó el miércoles.
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