Latinoamérica es una región amplia cargada de diversos conflictos que complican al vida en los países que la componen, haciendo difícil de desentrañar para los analistas. El titular del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, Rosendo Fraga, ofrece las claves de América Latina al promediar el noveno mes del año
* Por Rosendo Fraga
La política de EEUU hacia América Latina sigue teniendo como prioridad la seguridad en primer lugar y el libre comercio en segundo término, buscando al mismo tiempo evitar conflictos. La relación con México es la más relevante, ya que la violencia narco, la proximidad geográfica y la inmigración la convierten en una cuestión interna para los EEUU. Ha sido descubierto un nuevo túnel por debajo de la frontera, siendo 150 los pasos de este tipo encontrados en 12 años. Al mismo tiempo 4 funcionarios venezolanos fueron acusados por la justicia estadounidense de formar parte de una red de narcotráfico que actúa en el país, lo que fue rechazado por Chávez. Diez senadores republicanos pidieron a Obama acelerar la aprobación de los TLC con Panamá y Colombia, demorados desde el gobierno de Bush, los que podrían ser tratados en las próximas semanas si la agitada agenda político-económica del congreso estadounidense lo permite. Para Israel, Irán busca mejorar las relaciones con Brasil y Argentina frente a la posible desaparición de Chávez, que ha sido en la primera década del siglo su aliado más importante en la región. Frenar la influencia iraní en América Latina es un punto de interés común entre Washington y Tel Aviv. Al mismo tiempo los cancilleres de los países del ALBA se reunieron en los primeros días de septiembre defendiendo a Khadafy, criticando la operación de la OTAN en Libia y denunciando la existencia de una dictadura mundial. Ello no sólo muestra las diferencias con EEUU, sino también con la posición asumida por los demás países de América Latina. El acuerdo con Ecuador para reestablecer los embajadores que habían sido retirados se inscribe en la política de Washington para reducir problemas en la región.
El triunfo de un militar en la elección de Guatemala pone en evidencia la prioridad que la inseguridad tiene en América Central y los países latinoamericanos analizan reducir sus fuerzas en Haití. El General retirado Otto Pérez ganó en la primera vuelta de las elecciones guatemaltecas con 36%, en base a un discurso de mano dura contra narcos, delincuentes y maras y en segundo lugar, con 22% quedó un empresario de centro-derecha. Guatemala es el país más poblado de América Central, tiene uno de los índices de criminalidad más altos y a través de la frontera norte con México han avanzado carteles de la droga como los Zetas. El ganador tiene denuncias por violaciones a los derechos humanos, pero esto no es una cuestión para un electorado asustado y temeroso frente a la violencia. Enfrentada a él, la Premio Nobel de la Paz y dirigente indigenista, Rigoberta Menchú, obtuvo sólo 2% de los votos con un discurso centrado en los derechos humanos y la igualdad social de los indígenas, en el país de la subregión donde ellos superan el 40% de la población total. Las denuncias sobre abusos de cascos azules uruguayos en Haití han acelerado la disposición de los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores de los países latinoamericanos a reducir sus tropas en esta fuerza de paz, integrada por casi 9.000 policías y militares de la región.
En la región Andina, Chávez convoca a apoyar a Khadafy, en Bolivia indígenas continúan la marcha contra la carretera transamazónica y en Perú la aprobación de Humala sigue siendo alta. En la primera semana de setiembre el Presidente venezolano dijo que Venezuela sería la segunda Libia, denunciando que los países de la OTAN podrían provocar un conflicto para quedarse con el petróleo y convocó a apoyar una contraofensiva de Khadafy, logrando -como se mencionó- que lo apoyaran los países del ALBA. La popularidad de Chávez se ha recuperado algo y es cercana al 50%, cuando anuncia que ha logrado vencer al cáncer. En Bolivia organizaciones indígenas continúan una larga marcha hacia la capital del país, reclamando contra la construcción de una carretera transamazónica financiada por Brasil, que ellos dicen destruye el medioambiente y su estilo de vida. Al mismo tiempo, en una decisión que lo acerca a la ortodoxia económica, Evo ha decidido que el país vuelva a los mercados financieros internacionales tomando fondos. En Perú la aprobación de Humala llega al 70% -junto con Santos son los dos presidentes con mayor aprobación en América del Sur-, en momentos que algunos sectores intentan trasladar al país el esquema de la protesta por el sistema educativo que conmueve a Chile.
En el Cono Sur marchan en Brasil contra la corrupción, en Chile la imagen de Piñera cae a un nuevo piso y en Argentina se afianzan las posibilidades electorales de Cristina Kirchner. La aprobación de Piñera está en el mínimo del 27%, pero al mismo tiempo 7 de cada 10 rechazan a la Concertación -la oposición de centro izquierda-. El diálogo con los estudiantes no ha progresado demasiado y el 11 de setiembre, al conmemorarse el 38 aniversario del golpe militar, tuvieron lugar disturbios violentos en la capital del país. En Brasil miles de personas marcharon por las calles indignados por la corrupción, cuando la Presidente se muestra decidida a enfrentar el problema separando a los funcionarios acusados. Dilma también decidió tomar distancia del proyecto impulsado por el ala izquierda del PT para limitar los medios de comunicación, que en alguna medida impulsara Lula antes de dejar el poder. El ex presidente por su parte acusó a la especulación financiera de EEUU por la crisis de Europa. En lo económico, el gobierno está acelerando la devaluación gradual y el intento de los narcos de retornar a la favela más importante de Río llevó al gobierno federal a desplegar en ella 2200 policías y militares más en ella. Brasil participa la semana próxima en la Cumbre del grupo BRICS en Washington para analizar la asistencia financiera de las potencias emergentes a Europa, ratificando así su rol como actor global. En Argentina si las elecciones presidenciales del 23 de octubre se realizaran hoy, Cristina Kirchner se impondría en primera vuelta con más del 50%, en base a un fuerte consumo y la desarticulación de la oposición.
En conclusión: la política de Washington hacia América Latina sigue teniendo como prioridad la seguridad y en segundo término el libre comercio; el triunfo de un general retirado que propone la mano dura frente al crimen en Guatemala en la primera vuelta confirma la importancia que la inseguridad tiene en América Central; en la región andina Chávez logró alinear a los países del ALBA en apoyo de una contraofensiva de Khadafy una vez perdido el poder, poniendo en evidencia que mantiene influencia regional y en el Cono Sur la aprobación de Piñera cae a un nuevo mínimo, en Brasil decenas de miles de personas marchan en las calles contra la corrupción y en Argentina se afianza electoralmente Cristina.
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