El presidente palestino continuará este martes en Nueva York su campaña por la admisión de Palestina en la ONU, que empieza a ocupar el centro de la escena en coincidencia con el arribo de los líderes mundiales para el inicio de la sesión anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En abierto desafío a objeciones de Israel y amenazas de veto de Estados Unidos, el presidente Mahmud Abbas tiene previsto reunirse hoy con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y con su par libanés, Michel Suleiman, entre otros gobernantes, para tratar de sumar respaldo a su iniciativa.
Abbas confirmó ayer a la ONU que el viernes, antes de dar su discurso ante la Asamblea General, presentará su solicitud formal para que el Consejo de Seguridad, el órgano ejecutivo de Naciones Unidas, reconozca a Palestina como Estado miembro del organismo con todos los derechos.
A media que se acerca el gran día, mediadores internacionales realizan frenéticas gestiones diplomáticas entre bambalinas para tratar de evitar una confrontación en el Consejo en torno al pedido de Abbas y de relanzar las conversaciones de paz entre los palestinos e Israel.
Enviados del llamado Cuarteto de mediadores para Medio Oriente -formado por Estados Unidos, la ONU, la Unión Europeas (UE) y Rusia- tienen agendado hoy otro encuentro para intentar diseñar una estrategia alternativa lo suficientemente aceptable para los palestinos como para convencerlos de desistir de sus planes.
En otro intento de último momento por sumar presión para frenar la jugada palestina, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llamó ayer a Abbas a reunirse esta semana en Nuevas York para relanzar «negociaciones directas».
Abbas dijo ayer que decidió seguir adelante con sus planes pese a haber recibido «presiones enormes» para renunciar a su iniciativa y reanudar negociaciones con Israel, y algunos de sus asesores afirmaron que el mandatario no está preocupado por las amenazas de medidas punitivas.
«Abbas se lo dice a todo el mundo: `Ya es suficiente, 20 años de negociaciones son más que suficientes, y el mundo debe intervenir para poner fin a la ocupación israelí si es que Estados Unidos no puede», dijo Mohammed Ishtayeh, un colaborador del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, dijo anoche que todavía hay tiempo para hallar una solución a la crisis diplomática en ciernes.
En declaraciones a periodistas en Nueva York, Clinton dijo que Estados Unidos está hablando con todas las partes y que aún faltan varios días para el discurso de Abbas ante la Asamblea, al tiempo que se sumó al pedido de Netanyahu para que el mandatario palestino acepte reanudar el proceso de paz.
Abbas quiere establecer un Estado palestino en Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén este, todos territorios capturados por Israel en una guerra en 1967.
Israel, que se retiró de Gaza en 2005, descarta de plano ceder Jerusalén este, rechaza evacuar todas sus colonias de Cisjordania y también el derecho al retorno de los refugiados palestinos que perdieron sus casas cuando se creó el Estado de Israel, en 1948.
La solicitud palestina de membresía plena no tiene chances de ser aprobada por el Consejo de Seguridad porque Estados Unidos ya dijo que la vetará.
Pero los palestinos podrían recurrir luego a la Asamblea General, donde no hay veto y donde una mayoría de países apoya elevar su estatus de «entidad observadora» a «estado observador no miembro», un triunfo que, aunque simbólico, les permitirá discutir de igual a igual con Israel en futuras negociaciones, según afirma Abbas.
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