La joven, que recibió un corazón el jueves último en la Fundación Favaloro, «tuvo en las últimas horas algunas arritmias y descompensaciones, pero nada fuera de los parámetros esperables», dijo su esposo. Además, señaló que los médicos prácticamente descartan que el cuerpo de ella rechace el órgano
Se cumplieron 72 horas del trasplante y Natalia responde favorablemente
Eduardo Ramírez contó ayer que «los médicos le hicieron un electrocardiograma el sábado y casi que descartaron la posibilidad de que el cuerpo rechace el órgano. Aún así, hay que esperar a que se cumplan las 72 horas críticas», que concluyeron este domingo, pasadas las 23.30.
«Ella ahora está estable», resumió. Ramírez describió que su mujer «está muy bien atendida, tiene un médico sentado a los pies de su cama las 24 horas controlándola, permanece sedada y a mí me dejan verla dos veces al día, de 13 a 14 y de 19 a 20».
El marido agregó que «la familia está pasando por esto más unida que nunca y nos reconforta y alienta mucho saber que la gente se preocupa y manda mensajes de aliento; creo que por ese cariño nunca caímos en la angustia».
«Siempre estuve seguro de que la operación iba a salir bien. Tengo mucha fe en el amor de mi mujer y en el plantel de profesionales que se ocupa de ella. Estoy convencido de que pronto va a volver a casa con su hija», comentó.
Natalia Vidoni tuvo a su hija Valentina el 15 de agosto pasado por cesárea pero sin complicaciones, y recibió el alta tres días después. Pero unos días más tarde comenzó a tener tos y por momentos le faltaba el aire.
Se le diagnosticó un broncoespasmo, pero luego se la derivó a la Fundación Favaloro, donde ingresó con el 20 por ciento de su corazón funcionando.
La gravedad de su cardiopatía la puso primera en la lista para trasplante de corazón. Un órgano proveniente de un donante del interior resultó histocompatible y le fue trasplantado el jueves en una operación que se extendió desde las 14.30 hasta casi la medianoche.
