El Gobierno de Berlusconi desmintió así que el acuerdo alcanzado con el organismo y la Unión Europea incluya una «supervisión» del plan de ajuste. La presencia de observadores será «complementaria» con las medidas adoptadas
Fuentes europeas aseguraron este viernes a la agencia de noticias AFP que Italia había aceptado, en la cumbre del G-20 en Cannes (Francia), que el Fondo Monetario Internacional, junto con la CE, vigile de manera estrecha las obligaciones del gobierno italiano para reducir el déficit público.
Pero desde el entorno de Silvio Berlusconi desmintieron la existencia de tal acuerdo, dando a entender que sólo se tratará de una consultoría.
Roma dice estar dispuesta a pedir «opinión» o «consejos» a las entidades sobre la aplicación de los compromisos adoptados con la eurozona para equilibrar sus finanzas públicas y restablecer la confianza de los inversores. Las «opiniones» del FMI tendrán un papel complementario a la vigilancia de la Comisión Europea, agregó la fuente consultada.
Las autoridades de la región recordaron que desde la cumbre de los pasados 26 y 27 de octubre, Italia ha anunciado una serie de medidas, que ahora se espera que las aplique «con determinación».
En los últimos días, se ha recrudecido la presión de los mercados a Italia, que se ha comprometido de nuevo a lograr en 2013 el equilibrio presupuestario. Las tasas de interés han alcanzado nuevos récords, señal de que los inversores dudan cada vez más de la capacidad de este país, la tercera mayor economía de la eurozona, a hacer frente a la crisis.
La razón que llevó a las entidades a asumir un mayor escrutinio del accionar del país de la bota fue la constatación de «una reacción de los mercados» al empezar a contemplar el riesgo de un contagio de la crisis griega a una nación, que, por su dimensión, tiene un carácter sistémico.
Infobae