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Culminó el Personal Fest con Sonic Youth y Calle 13

Del rock con pretensiones experimentales al reggaetón con animosidad latina, el cierre del Personal Fest anoche en el club GEBA tuvo de todo.

Calle 13 fue  la banda más convocante. El carisma populista de René enseguida se metió al público en el bolsillo.

Calle 13 reniega del reggaetón y le saca algo de baile a su set al mezclar merengue, salsa, hip hop, rock y ska , todos los géneros según una banda integrada por 11 sesionistas.

El locuaz Residente arremete contra todo enemigo de la unidad latinoamericana entre canciones como Vamo` a portarnos mal, No hay nadie como tu, Ven y critícame, la bonita Un beso de desayuno.

Calle 13 dedicó la comprometida Una bala a la memoria de Facundo Cabral e invitó a Pedro Aznar a cantar con ellos en Latinoamérica y en Canción para un niño en la calle, antes de dejar a la gente agotada de tanta arenga.

Lejos de las declaraciones altisonantes y tribuneras, ya bien entrada la madrugada, Thurston Moore, Lee Ranaldo, Kim Gordon, Steve Shelley y el bajista Mark Ibold subieron al escenario y demostraron su vigencia en lo que se rumorea que podría ser la gira de despedida de Sonic Youth.

Los neoyorkinos apostaron por el acople, la desafinación y la tortura de una nota por varios minutos para el delirio de un público incondicional.

El show empezó con Sacred Trickster y Calming the snake, de su último disco The Eternal ,y en esos minutos la banda dio rastros de su búsqueda cuando tocaban sus guitarras con pequeños arcos de violín, descargando una tormenta sonora.

Canciones a dos bajos entre Gordon y el ex Pavement Mark Ibold, para armar una base con el demoledor Shelley en la batería y así permitir que Moore y Ranaldo abran infiernos y desaten tormentas en canciones en las que el estribillo está ausente casi por dogma, salvo en el hitazo Sugar Kane que desempolvó la banda.

Así fueron pasando canciones que van de los dos minutos y medio a los 11 como Cotton Krown, Sprawl, Hey Joni y el paroxismo al que llevaron a la gente uniendo Tom Violence con White Cross de los discos Evol y Sister de finales de los `80.

Moore concluyó White Cross aporreando su guitarra con un ventilador de pie, mientras que en la clásica Death Valley 69, Ranaldo se despachó con largo solo de pedales, cables y golpes a su guitarra.

Más temprano, los shows de El mató un policía motorizado, los australianos INXS, Damian Marley y The Kills demostraron el eclecticismo de esta edición 2011 del Personal Fest.

Diariohoy.net

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