La propia Cristina Kirchner apuró a Macri y dijo que los que criticaron los subsidios piden ahora extenderlo hasta 2017. El PRO salió a responderle con una conferencia de prensa, pero se refugió hablando de la necesidad de recibir el traspaso con una inversión de U$S 1000 millones.
Cristina Kirchner no habla por hablar. Hoy dijo en la conferencia anual de la UIA que “los que critican los subsidios piden extenderlos hasta 2017″, en referencia al pedido del PRO antes del traspaso del subte a la Ciudad.
Lo que le estaba queriendo decir la presidenta a Mauricio Macri es que sea coherente con su ideario libremercadista y en lugar de reclamarle subsidios se atreva a liberar las tarifas, hasta que la ecuación del Subte se vuelva rentable sin ayuda del Estado. Pero todo indica que el PRO no quieren cargar con el costo político de una medida que impactaría de manera inmediata en más de 1 millón de usuarios que tiene el subte por día.
“No se pueden subir las tarifas porque habría gente que al no poder pagar se volcaría a otro medio de transporte y lo haría colapsar”, explicaron a La Política Online desde la mesa que negocia el traspaso con el Gobierno nacional.
En el macrismo justifican que el aumento de tarifas debe ser gradual con los otros medios de transporte, y que como en “ningún lugar del mundo” se aumentan las tarifas de un transporte en forma separada del resto, propusieron al Gobierno nacional la creación de un órgano que coordine todos los medios de transporte, una idea que ya fue deslizada anteriormente y nunca llegó a nada.
Lo cierto es que más allá de la discusión de los subsidios y las obras que faltan hacer para modernizar la red, previamente existe una discusión legal que por algún motivo tanto el PRO como la Casa Rosada rehúyen abordar públicamente. Esto es el contrato de concesión con Metrovías que se encuentra en la Uniren, un organismo creado por Kirchner al inicio de su mandato para revisar todos los contratos de las privatizadas.
Allí se acumulan reclamos cruzados entre el Estado y el grupo Roggio -controlante de Metrovías-. Hasta que no se desmaleze ese contrato, no estará claro quien le debe que a quien. Y en todo caso cuales son los compromisos reales que asumiría el gobierno porteño con la transferencia del Subte y que facultades tiene.
Pero también es cierto que más allá de lo contractual, existe la decisión política, como demuestra la propia existencia de la Uniren. Es decir, si el macrismo quisiera aumentar el boleto y renegociar la concesión, le sobran instrumentos legales y políticos para avanzar en ese sentido, como el kirchnerismo avanzó con los servicios públicos nacionales en sentido contrario en su momento.
La respuesta del PRO
Como sea, para responderle a la presidenta el PRO organizó una conferencia de prensa a la que acudieron tres ministros (María Eugenia Vidal, Daniel Chaín y Juan Pablo Piccardo), el jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta y el titular de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), Juan Pablo Piccardo.
En la conferencia encabezada por Vidal en el microcine de Bolívar 1, se notó el esfuerzo del PRO por llevar el eje de la discusión a un tema ajeno al de los subsidios para mantener el nivel de las tarifas: la necesidad de que el Gobierno invierta en la obras para mejorar la red de subte.
“Tenemos la voluntad y la decisión de hacernos cargo del traspaso del subte, pero no queremos que se haga de cualquier manera”, dijo Vidal en el inicio de la conferencia de prensa.
“Para que la Ciudad se haga cargo tenemos que contemplar esas mejoras, que no se hicieron antes y que nosotros estamos dispuestos a acompañar ahora”, señaló la vicejefa electa.
Y planteó la propuesta del PRO de asumir las obras que no fueron realizadas en forma conjunta con el gobierno nacional. La propuesta consiste en que cada gobierno invierta 500 millones de dólares en un período de 8 años.
Luego tiró una frase para la polémica: «No queremos que pase en los subtes lo mismo que en Aerolíneas Argentinas». Aunque cuando un periodista televisivo le pidió que se extendiera en la explicación de esa advertencia, la ministra se atajó diciendo que no iba a analizar en ese momento algo que «es de público conocimiento».
La Política Online