Un médico jubilado fue asesinado por asfixia hoy en su departamento del barrio porteño de Caballito, aparentemente por delincuentes que le robaron casi 50 mil dólares, relojes y otros objetos de valor, informaron fuentes policiales.
En el hecho, el hijo del médico, de unos 50 años y también un profesional de la salud, fue maniatado con cintas plásticas en su habitación pero resultó ileso.
El hecho ocurrió cerca de las 4 de la madrugada en el departamento «A» del tercer piso del edificio de 8 pisos ubicado en Senillosa 147, de Caballito, en el que vivía el médico jubilado Héctor Alberto Sánchez, de 84 años, junto a su hijo.
Según las fuentes, todo comenzó cuando un vecino llamó al teléfono de emergencias 911 y alertó sobre un robo en un departamento del edificio, por lo que varios patrulleros de la comisaría 10a. se dirigieron al lugar.
Al llegar, los efectivos se encontraron con el hijo del médico que estaba en estado de shock y constataron que Sánchez se hallaba fallecido en una de las habitaciones.
Los médicos determinaron que Sánchez murió asfixiado en su propia cama, aparentemente con las sábanas y la almohada.
Fuentes policiales dijeron a Télam que el hombre contó que tres delincuentes lograron ingresar al departamento tras romper la puerta y lo sorprendieron a él y a su padre mientras dormían cada uno en su dormitorio.
Los ladrones los maniataron y revolvieron los ambientes en busca de dinero y de objetos de valor, tras lo cual escaparon con unos 50 mil dólares y relojes.
Una vez que huyeron, el hijo del anciano salió a pedir ayuda y uno de los vecinos fue quien lo auxilió y lo liberó de las ataduras, tras lo cual llamó a la policía.
Los investigadores determinaron que la puerta de acceso al edificio no está violentada y tenía «una muy buena» cerradura, por lo que la presunción es que los asaltantes tenían llave.
Lo que sí llamó la atención de los pesquisas de la División Homicidios y de la comisaría 10a. es que la puerta del departamento tenía unas marcas en la cerradura, como si hubiese sido forzada.
La sospecha es que los delincuentes tenían algún dato preciso sobre el dinero que tenían guardado en ese departamento, y por eso investigan si existió un entregador del círculo de amistades de la víctima y de su hijo.
Fuente: Telám