El diputado moyanista Omar Plaini reconoció que «en este momento no hay una relación de asiduidad con la presidenta», y enumeró cuáles son los temas que alejan al Ejecutivo de la central obrera, por lo cual llamó al diálogo con el sector empresario, los trabajadores y el Gobierno.
El titular del gremio de los canillitas y diputado nacional Omar Plaini (FpV) reconoció que «hay tensiones» en la relación de la CGT con el Gobierno, y las atribuyó a «diferencias de agenda» sobre los temas que deben abordarse tras las elecciones.
«Con el apoyo que tuvo el Gobierno en octubre -consideró- es el momento de discutir algunas herramientas con las que la presidenta gobierna, que vienen de la dictadura genocida, como la Ley de Entidades Financieras», para la que propuso llamar a una consulta popular.
Plaini, cercano a la conducción de Hugo Moyano, afirmó que entre las «diferencias de agenda», figuran los temas del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, las asignaciones familiares, «la grave situación de las obras sociales y la participación en las ganancias de las empresas».
Señaló también un problema que consideró «estratégico», como la necesidad de la reforma del «sistema tributario impositivo, que es muy regresivo» porque «hoy en la Argentina el que menos tiene paga lo mismo que el que más tiene».
El diputado moyanista reconoció que «en este momento no hay una relación de asiduidad con la presidenta», y opinó: «No deben asustarnos las diferencias, (porque) no somos enemigos del Gobierno».
Plaini aseguró que la CGT no quiere «buscar razones para un paro» general, porque «eso no nos parece que contribuya a seguir creciendo», y afirmó que los conflictos gremiales actuales están «focalizados y son parciales» y «prácticamente no hay conflictividad social».
El sindicalista lamentó que «algunos sectores de la sociedad todavía tienen inconvenientes», y citó que «todavía tenemos un 35 por ciento de los trabajadores en la economía informal», lo que, dijo, «es una preocupación política que tiene la CGT».
«Creo que se debe avanzando en las conquistas de los trabajadores que ya obtuvimos y también de una política de Estado para esos sectores», afirmó a radio La Red.
Plaini dijo finalmente que la CGT quiere «la institucionalización del modelo» económico y «tener política permanente para próximos 30 años», por lo que volvió a pedir la conformación de «una mesa de diálogo social con el sector empresario, los trabajadores y el Gobierno».
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