La joven Milena Salamanca se llevó el premio Revelación en la 52º edición del festival folclórico más importante de nuestro país
Con tan sólo 18 años, la platense Milena Salamanca se convirtió en la estrella más joven de la 52º edición del Festival de Cosquín y se alzó, el domingo, con el premio Revelación que cada año otorga dicho festival.
Con una carrera influenciada por la tradición familiar, Salamanca ganó el Pre Cosquín en la categoría Solista Vocal Femenina como miembro de la delegación de Alejandro Korn y, como consecuencia de ese triunfo, se subió al escenario Atahualpa Yupanqui de esa ciudad cordobesa, donde entonó con sumo éxito dos canciones consagradas: el vals Esperando a mi madre, de Jorge Viñas y Suma Paz, y El surco, de Chabuca Granda.
Identidad musical
Criada en un ambiente ligado a las raíces folclóricas, Salamanca creció junto a grandes referentes de la escena musical nacional: artistas como Suma Paz, Jaime Torres, Melania Pérez, Jorge Víctor Andrada, Tomás Lipán y la formación chilena Illapu forjaron en ella una identidad musical mixturada con las influencias de su padre jujeño (el vientista Luis Salamanca y dueño de la peña platense “La Salamanca”), sus abuelos bolivianos y el linaje aborigen de casi todos sus familiares.
Sin embargo, su formación no sólo incluye sus tradiciones familiares, sino que continúa en la universidad, donde se especializa en piano y chelo. A la vez, toma clases de canto desde hace tres años con Emilse Vassaro.
“En la música andina están mi infancia y mis costumbres. Le tengo mucho cariño. Fue la música para la que, naturalmente, siempre tuve facilidad y preferencia”, reveló la joven.
Para este año, y con este importante premio en sus manos, Milena grabará su primer disco de estudio, en el que incluirá compositores como Chabuca Granda, Alejandro Carrizo, Néstor Soria, Jaime Dávalos y Javier Caminos.
“Mi música es andina e, inevitablemente, también latinoamericana. Es lo que representa lo que soy y no puedo ser otra cosa”, destacó.
Diariohoy.net