Luis Alberto Spinetta fue despedido por familiares, amigos y fanáticos en una casa velatoria de Belgrano, hasta donde llegaron colegas suyos como Fito Páez, Juanse y León Gieco entre otros.
Posteriormente, el cortejo fúnebre se trasladó hasta el cementerio Memorial de Pilar, encabezado por sus cuatro hijos Dante, Catarina, valentino y Vera.
Precisamente Dante fue quien pidió a la prensa que no se viera el cuerpo de su padre, mientras vecinos y fanáticos del artista lloraban y lo recordaban en la puerta de su casa.
León Gieco, colega y amigo de Spinetta, lo recordó al asegurar que «se va a compensar esta tristeza con la magnitud de la obra de Luis, que ahora va a ser reconocida».
«Hoy me di cuenta que la magnitud que va a alcanzar esta persona es increíble. Fue uno de los primeros tipos que nos metió a todos en ésta», aseguró Gieco.
El Flaco fue velado en la casa de sepelios de O´Higgins 2842 y fue retirado en medio de aplausos y de una profunda congoja. Sus restos serán cremado en el cementerio de Pilar, donde tendrá su última morada.
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