El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, defendió este miércoles la dureza de su reforma laboral con el argumento de que la realizada por los socialistas fue blanda y dejó 5 millones de desocupados.
Además, y ante el rechazo frontal de los sindicatos y la oposición, Rajoy reconoció que las medidas y reformas aprobadas por su gobierno no tendrán efectos en el corto plazo, dada la situación de España y el entorno europeo, pero cree que sentarán las bases para crear crecimiento económico y empleo.
En su segunda sesión de control al gobierno en el Congreso de los Diputados español, Rajoy reconoció, asimismo, que la reforma laboral aprobada el pasado viernes por decreto supone una pérdida de poder de las organizaciones sindicales y también las empresariales.
El jefe del Ejecutivo respondió así al líder de la oposición y secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, quién lo acusó de instaurar el despido libre y gratuito en los contratos de formación de un año, lo que introduce inseguridad para los jóvenes, entre otras medidas negativas que contiene la reforma.
O aceptas la baja de sueldo o ahí tienes la puerta», esa es la filosofía de la reforma laboral, según Rubalcaba.
El líder socialista remarcó que abaratando el despido Rajoy instauró un nuevo sistema de flexiinseguridad frente a la flexiseguridad que preconiza la Unión Europea (UE), y en un contexto de recesión esto traerá más desempleo.
Por su parte, Rajoy aseguro que tenía dos opciones: «o no hacer nada o emprender reformas laborales como la del Ejecutivo del PSOE (Partido Socialista) que no sirvieron para nada, por un lado, o bien acometer una reforma como la que se ha hecho en la línea europea.
El jefe del Ejecutivo español indicó que los despidos con indemnización de 20 y 33 días ya existían pero que ahora van a funcionar «de verdad», porque la reforma garantizará la flexibilidad en las empresas y facilitará la contratación de jóvenes.
Entiendo que no le guste la reforma, pero la situación anterior no nos ha llevado a ninguna parte», le contentó Rajoy a Rubalcaba, recordando los 5 millones de desocupados que dejó el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que también abarató el despido a mediados de 2010 y el desempleo siguió subiendo.
La reforma laboral, aprobada por decreto, cuenta con el rechazo frontal de los sindicatos, del principal partido opositor, el PSOE y especialmente de la izquierda parlamentaria.
O retiran esta iniciativa o habrá conflicto social», advirtió este miércoles el diputado de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, quien calificó la reforma del PP de estado de excepción laboral.
Llamazares sostuvo que el gobierno mintió al no comunicar el contenido de la reforma en la comisión laboral del Congreso, y ocultó las medidas porque la reforma fue impuesta por la UE y los mercados.
La gran novedad de la reforma es que los empresarios podrán bajar el sueldo a los trabajadores sin necesidad de acuerdo, simplemente por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción.
En cuanto al abaratamiento del despido, la nueva legislación eliminó el contrato con indemnización de 45 días por año trabajado en los despidos improcedentes, por lo que ahora sólo rige un único contrato de 33 días de indemnización por año, que ya habían generalizado los socialistas.
Pero los sindicatos consideran más trascendente el hecho de que se facilite el despido con una indemnización de 20 días por año trabajado con un límite máximo de 12 meses, al simplificar las causas por los que las empresas en crisis pueden prescindir de sus empleados.
Otra medida polémica, con la que el gobierno pretende incentivar el empleo, es un contrato de formación de un año para menores de 30 años en el que el empleador puede despedir de forma gratuita.
Los sindicatos mayoritarios, Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT), que llamaron a movilizaciones en toda España para el próximo domingo, estudian la inconstitucionalidad de algunas modificaciones de la legislación laboral.
Télam