a matanza de 16 civiles afganos a manos de un soldado estadounidense derivó en la posibilidad de acelerar la retirada de Afganistán de no menos de 20.000 soldados de Estados Unidos.
Así lo hizo saber el prestigioso diario The New York Times al informar que el gobierno de Estados Unidos está evaluando retirar de Afganistán al menos ese número de soldados más de lo previsto antes de que termine 2013.
Según el matutino, desde hace varias semanas estos planes están en discusión en el seno del gobierno de Barak Obama, aunque enfrentan la «firme oposición» del mando militar en Afganistán, que apuesta a mantener en ese país la mayor parte de las tropas hasta el fin oficial de la misión de la OTAN en 2014.
Sin embargo, los últimos «percances» en Afganistán, la matanza de 16 civiles por un soldado estadounidense este fin de semana y la quema de libros del Corán en una base militar norteamericana el mes pasado, pusieron el debate al rojo vivo.
Actualmente, Estados Unidos mantiene casi 90.000 efectivos en Afganistán, de los que 22.000 deben replegarse en septiembre próximo.
Pero en el seno de la Casa Blanca se presentan tres opciones para reducir las tropas antes de lo previsto, según la agencia de noticias DPA.
El asesor de Seguridad Nacional de Obama, Thomas Donilon, quiere, según el diario, retirar hasta finales de diciembre a 10.000 efectivos más y entre 10.000 y 20.000 adicionales antes de junio de 2013.
El vicepresidente, Joe Biden, propone a su vez una retirada de tropas aún mayor mientras la misión en Afganistán cambia a una de «apoyo», dejando sólo equipos de operaciones especiales para realizar ataques concretos en materia «antiterrorista».
Otra sería la postura de los comandantes de las fuerzas armadas, resaltó el periódico neoyorquino, que quieren mantener las tropas en Afganistán el mayor tiempo posible y, en caso de tener que hacer recortes de tropas, realizarlas a finales de 2013, una vez que hayan concluido los combates en el país.
Las informaciones, basadas en fuentes de la Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado, se produjeron un día después de que el portavoz de Obama, Jay Carney, afirmara que no veía probable que el presunto ataque contra civiles del soldado norteamericano vaya a cambiar la estrategia en el país.
«No creo que este incidente vaya a cambiar el calendario», señaló respecto a la estrategia implementada por Washington, de forma tal que «permita la retirada de las fuerzas estadounidenses» y la posterior «transferencia de la seguridad a los afganos», declaró.
Respecto a la matanza de 16 civiles afganos, las cadenas de televisión CNN y CBS reprodujeron las declaraciones del secretario de Defensa estadounidense, León Panetta, quien reiteró que el implicado en la matanza del domingo último en una aldea de la provincia afgana de Kandahar podría enfrentar la pena capital.
«La guerra es el infierno» y «sucesos horribles» de este tipo ocurren durante una guerra, puntualizó Panetta ante los medios que lo consultaron sobre el caso durante un vuelo a Kirguizistán.
Abundando en el tema, el funcionario agregó que la acusación en un futuro proceso militar contra el soldado podría pedir la pena de muerte.
Mientras tanto, dos de los hermanos del presidente de Afganistán, Shah Wali Karzai y Addul Qayum Karzai, resultaron ilesos hoy en un atentado contra una delegación oficial afgana que investiga la matanza de los civiles, y que ambos integran, reportó la agencia de noticias Europa Press.
La comitiva fue atacada a balazos por un grupo de desconocidos que logró escapar, en momentos en que visitaban las localidades de Najiban y Alekosai, en la provincia de Kandahar.
El episodio se vincularía a las amenazas de los talibanes, que horas antes anunciaron a los familiares de las víctimas que «vengarán el brutal asesinato de cada uno de los mártires a manos de los invasores», según un comunicado publicado en la página web de los talibanes y citado por la agencia de noticias DPA.