El miedo a que la segunda edición de La noche de las disquerías fuera cancelado para siempre fue el fantasma que deambuló alrededor de los melómanos fetichistas durante este lunes primero de noviembre.
Es que el evento organizado por CAPIF ya había sido pospuesto dos veces: primero por las manifestaciones realizadas en repudio al asesinato del militante Mariano Ferreyra y luego, debido al luto nacional por la muerte de nuestro ex presidente Néstor Kirchner. La tragedia, signando las últimas semanas de todos los argentinos y modificando completamente la rutina urbana, repercutió sobre esta iniciativa cuyo seno se ubica en el corazón mismo de la ciudad hasta que finalmente fue reprogramada con éxito. Así, la noche del martes 2, las disquerías de Buenos Aires dejaron abiertas sus puertas para celebrar por segunda vez la versión porteña del Record Store Day, la reivindicación del disco como objeto que desde abril de 2008 se realiza en Estados Unidos y que ya fue replicado en otros puntos del mundo.
Los descuentos (del 20 y del 30 por ciento, dependiendo de la casa en cuestión). Las conferencias especializadas. Los shows en vivo.
En varios circuitos ubicados en diversas zonas de la ciudad, concentrándose especialmente en la cuadra de Corrientes y Callao (el triángulo formado por Zival´s, Musimundo y El perseguidor), el festejo contó con la participación activa -una palmada de felicitación en la espalda de los fanáticos que pudieron bancarse la infinita cola para pagar en Musimundo- de cientos de personas que pusieron en duda aquel triste y rotundo dictamen que llora la muerte del disco. Los músicos y bandas (desde Thian, Agustín Almeyda hasta Estelares) y los periodistas musicales apoyaron la moción y militaron gratuitamente a favor de su resistencia, su persistencia y su subsistencia como producto comercial y como cosa fundamental no sólo para marcar la existencia del diletante; poseer aquella cajita mágica que nos hace felices, permite acumular recuerdos y revivirlos, determina momentos y etapas, musicaliza nuestras propias películas. El disco no murió o, al menos, se muestra vivo cuando está de promoción.
Fuente: RollingStone