A dos días de su ingreso al Parlamento, los diputados del Frente para la Victoria dictaminaron sobre el proyecto del Ejecutivo que busca modificar el Código Electoral. Para el ministro, se trata de un “proceso de modernización inédito”.
A tan solo tres días de su presentación oficial y dos de su ingreso al Congreso de la Nación, el kirchnerismo despachó para sorpresa de la oposición el proyecto del Poder Ejecutivo que busca “modernizar” el Código Nacional Electoral.
Los diputados tuvieron la visita del ministro de Interior, Florencio Randazzo, que expuso los fundamentos de la iniciativa ante un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia. La reunión contó con la presencia del presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, y del jefe de la bancada oficialista, Agustín Rossi.
Desde el comienzo, la oposición se manifestó contra la firma de un dictamen, atendiendo a la necesidad de estudiar el proyecto y escuchar la opinión de la Cámara Nacional Electoral.
Los legisladores no mostraron grandes disidencias con las propuestas del ministro, pero reclamaron avanzar en una “reforma integral” en la que se contemple la boleta única o el sistema electrónico.
Según pudo averiguar parlamentario.com, el oficialismo buscaría tratar el proyecto sobre tablas en una sesión ordinaria.
La exposición de Randazzo
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, dedicó la mayor parte de su exposición ante los diputados nacionales a subrayar el “proceso de modernización inédito en argentina” en materia de registro civil.
A continuación, se metió de lleno en los fundamentos del proyecto oficial, destacando los beneficios de reemplazar el DNI tipo libreta por una tarjeta como único registro de identidad. Según explicó, la tarjeta garantizará una mayor seguridad a los fines de evitar el fraude y se inscribe en el proceso de modernización impulsado por el gobierno.
La reunión tuvo lugar en la Sala 1 del edificio Anexo de Diputados, y son anfitriones del funcionario la diputada Diana Conti y su colega Jorge Yoma, titulares de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia de Diputados, respectivamente.
Agregó al respecto que “ningún país usa la libreta para certificar que el ciudadano votó” y nombró como ejemplo el caso de Brasil, que usa troqueles.
En cuanto a la constancia de emisión del voto, Randazzo adelantó que el Ejecutivo definirá en la reglamentación en torno a la conveniencia del uso de troqueles o de códigos de barras. Sea como sea, planteó la necesidad de “resolver la certificación del voto con mecanismos más modernos que den mayor seguridad”.
En este contexto, el ministro propuso la incorporación en una base de datos de los ciudadanos que no cumplieron con su obligación cívica de votar. Las multas, según establece el proyecto, podrán llegar hasta los 500 pesos.
La misma sanción corresponderá para los empleados del Estado, incluyendo la posibilidad de ser suspendidos hasta seis meses en sus funciones.
Finalmente, Randazzo dijo que la intención del Poder Ejecutivo es incorporar al nuevo sistema “a los 40 millones de argentinos en dos años”, contando con las huellas dactilares para “evitar delitos”.
Parlamentario