Luego de la reunión de Hugo Moyano con sus aliados, y a un día del Comité Confederal, los gremios que se oponen a un nuevo mandato del camionero se encuentran reunidos en la sede de la UOCRA para intentar dejar de lado sus diferencias y establecer una estrategia común. Crece la idea de una CGT fracturada.
La Politica Online
Desde hace varios meses, los gremios opositores a Hugo Moyano se muestran como un bloque mayoritario que expresa la necesidad de un nuevo liderazgo al frente de la CGT. Pero a poco más de un mes del congreso normalizador que establecerá las nuevas autoridades, no consiguen establecer una estrategia común para desbancar al camionero.
Las posturas son de las más diversas. El sector más duro, la mesa chica «anti-moyano» está integrada por los «gordos» -Oscar Lescano (Luz y Fuerza), Armando Cavalieri (Comercio), Carlos West Ocampo (Sanidad)- y el gastronómico Luís Barrionuevo. Fueron los primeros en plantear que se debía impugnar judicialmente todas las resoluciones de la última sesión del Consejo Directivo de la CGT. Es que temen que Moyano arme los padrones a su antojo.
Pero ni esta mesa chica está unida homogeneamente. Mientras Barrionuevo plantea que hay que ir hacia una nueva experiencia de un triunvirato -el gastronómico aspira a uno de esos tres sillones- para saldar diferencias entre todos los sectores, la mayoría de los «gordos» piensa en una lista de unidad, con un único secretario general.
Los «independientes», en cambio, optaron en un principio por el diálogo con el moyanismo para intentar conseguir una lista única, integrada por algún secretario general que no se ubique en ninguno de los dos polos -«Ni un «gordo», ni Moyano», planteaban-.
Pero las negociaciones fracasaron: el camionero le transmitió al líder de la UTA, Roberto Fernández, que no estaba dispuesta a dialogar con los que «participaron del saqueo en los ’90».
Ante estas diferencias, Antonio Caló jugó fuerte: ya lanzada su postulación, y con el aparente apoyo de la Casa Rosada, el metalúrgico advirtió que si no se llegaba a un acuerdo para presentar una lista de unidad, igualmente pelearía contra Moyano en el congreso normalizador del 12 de julio.
«Es su opinión. No es por desmerecerlo, pero Caló es ni más ni menos que un precandidato. Podrá haber más. A mí no me gusta que me impongan a nadie. Así que con el tiempo se irá viendo. Y si hay más de uno, habrá que ver quién gana el 12 de julio», remató Fernández, develando que, al menos por ahora, todavía hay muchas grietas entre los gremios opositores a Moyano.
Desde hace algunas semanas, el entorno del camionero aseguraba a LPO que estas diferencias había terminado de decidir a Moyano de avanzar con sus candidatura. Esa lectura es la que hizo pública ayer el líder de canillita Omar Plaini: «Nosotros tenemos la certeza de quién es nuestro candidato y también de la agenda de la CGT. Del otro lado pareciera que hay incertidumbre, porque hay varios candidatos, y varias contradicciones».