“Me interesó el proyecto”. Esta pareciera ser la frase de cabecera o el leit motiv de la mayoría de los entrenadores cuando pisan una nueva institución, independientemente de la situación en la que se encuentra el equipo. Este proyecto tan importante en el inicio del ciclo, muchas veces pareciera ser poco relevante ante las conveniencias, principalmente económicas, de quiénes en algún momento se agarraron de esto para llegar a un club.
Omar Asad es uno más de los técnicos a los que no les interesó el proyecto.
Pero repasemos un poco la historia y la llegada del adiestrador a la institución de calle Balcarce. En diciembre de 2009 el Turco llegó a Godoy Cruz inesperadamente con la salida de Enzo Trossero. Sin trayectoria en Primera División, el ex jugador de Vélez convenció a los dirigentes Bodegueros y embarcó en un equipo que pensaba más en la B Nacional que en jugar la próxima temporada en la máxima categoría del fútbol argentino. Sus trabajos en las inferiores del Fortín hablaban bien del Turco. La idea era plasmar esos logros de divisiones menores en un equipo anímicamente devastado. Los dirigentes no se equivocaron y Asad tampoco. El DT logró rearmar el grupo y llevarlo en solo 38 partidos del caos futbolístico a ser uno de los equipos que mejor practicó el deporte a lo largo del año. Lo salvó del descenso y lo metió, en un logro histórico para Mendoza, en la Copa Libertadores 2011.
Hasta ahí, sólo aplausos para este entrenador capaz. Ahora, la salida abrupta de la institución deja más que claro sus falencias no sólo desde el punto de vista profesional, sino también ético.
Asad fue contratado en diciembre de 2009 y su contrato se extendía hasta junio de 2011. Con la finalización del Clausura 2010, los dirigentes se sentaron a hablar con el Turco luego de que Godoy Cruz asegurará por un año más su participación en Primera, y le mejoraron el contrato por los méritos. Mejoras que la dirigencia Tombina no tenía obligación de realizar. Sin embargo, de buena fe y en una especie de recompensa por los logros obtenidos, la CD retribuyó al entrenador con un contrato más jugoso. Un año más de contrato le quedaba al Turco y hasta ahí todo bien. Con la llegada de las últimas fechas del Apertura 2010 y la clasificación a la Copa llegan las especulaciones de Asad, hasta que finalmente decide irse del club que le abrió las puertas para hacer sus primeras armas como entrenador. Asad buscó que su contrato fuese revisado nuevamente y acá los dirigentes se plantaron. Las cifras sumamente altas que el DT buscaba para nuevamente acrecentar sus arcas parecieron injustas para un club que no puede romper y hacer contratos cada seis meses, y que además se caracteriza por mantener la cautela financiera ante las contrataciones.
Poco le importó el proyecto al adiestrador, ese que él mismo armó hace un año atrás, que le dio muchos frutos a la institución y también al Asad técnico. A menos de 20 días para el inicio de la pretemporada, el Turco deja el barco en medio de la incertidumbre, con mucho camino por recorrer en 2011 y con la desilusión de no poder contar en instancias tan importantes con ese entrenador que llevó al Tomba a lo más alto.
Fuente: mdzol