Michael Moore fue uno de los que colaboró para juntar los 235.600 euros necesarios. El cineasta estadounidense Michael Moore, pagó parte de la fianza que permitió que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, obtuviera la libertad condicional. «Haré lo que sea por mantener vivo WikiLeaks», manifestó.
Moore pagó 20 mil dólares (unos 15 mil euros) de los 235.600 euros que le impuso el juez británico que tramita la solicitud de su extradición a Suecia por supuestos delitos sexuales, según publicó el diario The Huffington Post.
En vísperas de la segunda audiencia de extradición de Assange en Londres, más de 600.000 personas firmaron este lunes una petición internacional en Internet para que cese «el asalto» contra WikiLeaks, el sitio de difusión de información confidencial que este año reveló miles de documentos secretos estadounidenses.
Assange, un australiano de 39 años, fue detenido la semana pasada en Londres y enviado a prisión sin derecho a fianza a la espera de la audiencia de este martes de extradición a Suecia, donde dos mujeres lo acusaron de violación, acoso sexual y coacción ilegal en agosto pasado.
Assange y sus abogados niegan los cargos y dicen sospechar que se trata de una represalia de Estados Unidos luego de que WikiLeaks difundiera documentos secretos de las guerras de Irak y Afganistán, en agosto, y cables diplomáticos confidenciales de las embajadas de aquel país en todo el mundo, hace dos semanas.
Un día antes de la audiencia, Avaaz.org, una organización que promueve el ciberactivismo, lanzó una petición online a Estados Unidos, otros gobiernos y empresas a «que pongan fin de manera inmediata al asalto contra WikiLeaks y otras organizaciones colaboradoras».
«Les exigimos que respeten los principios democráticos y la leyes que protegen la libertad de expresión y la libertad de prensa», agregó el texto, que pasadas las 18 del lunes de Argentina sumaba ya más de 602.000 adhesiones.
«Si WikiLeaks o los periodistas que colaboraron con ella vulneraron alguna ley, deberían rendir cuentas ante los tribunales de justicia con las garantías procesales correspondientes. Pero, en ningún caso, deberían ser objeto de una campaña de intimidación extrajudicial», señaló la solicitud.
La detención de Assange se siguió de una ola de ataques de hackers a compañías internacionales y organismos oficiales considerados «enemigos» de WikiLeaks, que hizo caer las páginas de Visa y MasterCard y tuvo entre sus blancos a Amazon y al sitio de pagos online PayPal, entre otros.
El grupo de activistas informáticos responsable de los ataques, sin embargo, anunció anoche que abandonaba estas acciones en favor de una nueva estrategia de maximizar la difusión de los cables diplomáticos estadounidenses de forma que sean lo más difíciles de rastrear posible.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tildó este fin de semana de «deplorable» la acción de WikiLeaks, mientras sigue planeando la amenaza de una acusación formal de Assange en ese país bajo la Ley de Espionaje.
Fuente: Télam y EFE