Las restricciones que desde 2003 impone el Gobierno venezolano de Hugo Chávez no están lejos de considerarse un anticipo de lo que pronto «puede venirse» en la Argentina. En Venezuela se debe pedir permiso para utilizar la tarjeta de crédito en el exterior y se pueden adquirir productos por hasta US$2.500 anuales con un límite de US$400 para compras por Internet.
Mientras en la Argentina se refuerzan los controles para los gastos realizados en divisas extranjeras con tarjetas de crédito, Gustavo Rojas, profesor de economía de la universidad Andrés Bello, describió hoy las restricciones que desde 2003 impone el Gobierno venezolano para adquirir productos en el exterior.
Según relató en una entrevista con Radio 10, los venezolanos que desean utilizar sus tarjetas para compras durante viajes al extranjero, deben concurrir a la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI) con el «pasaporte y otros requisitos adicionales» y reciben así autorización para gastar hasta US$2.500 anuales.
Además, «puedes tener acceso a US$500 anuales en efectivo» a través de estos plásticos, dijo Rojas.
Por otra parte, «luego de haber realizado el viaje, debes declarar en la página de CADIVI, como si estuvieses haciendo una declaración de impuestos sobre la renta, cuanto gastaste. Y si CADIVI te llama para hacerte una auditoría, debés tener todos los recibos de lo que compraste en el viaje», detalló.
El académico aseguró que puede haber excepciones a estas medidas en «casos especiales que tienen que ver con temas de salud, deportivos o de estudiantes».
«Han variado mucho en el tiempo todos estos permisos porque en Venezuela el control de cambios comenzó en el año 2003, es decir que ya tenemos 9 años con restricciones para adquirir divisas», informó, y remarcó que incluso «durante una época de bonanza petrolera, hasta el año 2007 aproximadamente, los límites anuales eran hasta US$5.000, y eso se restringió mucho más después de la caída del precio del petróleo en 2008».
En Venezuela también «hay permisos para utilizar la tarjeta de crédito para compras por Internet, en transacciones electrónicas, hasta US$400 anuales», agregó Rojas. Opinó que con esta modalidad «no es mucho lo que se puede adquirir. No se puede comprar una computadora, una tablet», etc.
Así como en la Argentina, las medidas que restringen el mercado de divisas generaron en Venezuela un mercado paralelo. Aunque el catedrático de la universidad Andrés Bello marcó una diferencia importante: decir en los medios cuál es la brecha de la cotización de una divisa en ambos mercados provocaría en el país que gobierna Hugo Chávez una pena judicial.
Rojas declaró que Venezuela tiene la inflación más alta de América latina: «El año pasado cerró al 25% anual y este año estaría al 19%». «Se ha desacelerado en los últimos meses, pero es más una represión, un dique que le han puesto a los precios, que se compone del hecho de que el Gobierno ha gastado muchísimo dinero para importar productos más baratos y evitar que suban los precios».
De acuerdo al profesor, más del 50% de las importaciones realizadas durante 2012 las hizo el Gobierno.
«Pero esto es algo que no es sostenible en el tiempo, lo están haciendo porque es un año electoral», opinó Rojas y advirtió que «cuando derriben ese dique, los precios se van a venir encima».
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