Con el Presupuesto 2013, el Gobierno habilitará el uso del excedente del Fondo de Desendeudamiento que se obtiene a través de las reservas del Banco Central para financiar gastos de capital. Dirigentes de la oposición denuncian que la maniobra busca inyectar dinero en un año electoral. «Están terminando de dilapidar el capital de todos los argentinos», advierten.
La Politica Online
El crecimiento de 3,4% para 2012 que estipula el Presupuesto presentado ayer por el ministro de Economía Hernán Lorenzino esconde una estrategia para poder acceder a más fondos de las reservas del Banco Central en un año clave en lo electoral. Esa es la lectura de varios dirigentes de la oposición, para quienes la sobreestimación del crecimiento del PBI se explica en el artículo 33 del proyecto del Ejecutivo.
Es que ese artículo establece que se podrán utilizar los excedentes del Fondo de Desendeudamiento para gastos corrientes y de capital. Ese fondo para pagar deuda, entonces, podría ser utilizados discrecionalmente por el Gobierno para obra pública, por ejemplo.
Sucede que si el crecimiento es mayor al 3,26%, el Estado argentino debería pagar el cupón del bono ligado al PBI emitido para salir del default en 2005, estimado en 3.500 millones. Pero ningún economista considera que finalmente se llegará a esa suba del PBI -en el primero semetre se creció 2,5%-.
Esos 3.500 millones de dólares que van al Fondos de Desendeudamiento terminarán siendo ese «excedente» del que habla el artículo 33.
«Es evidente que quieren inyectar dinero en un año electoral. Gastar las reservas en gastos corrientes y en obras públicas es sencillamente una locura, porque es dilapidar el capital de todos los ciudadanos. Además, ¿en qué tipo de gastos? ¿Cuáles serán esas obras? Siguen apostando al uso discrecional de los fondos», explicó a LPO Patricia Bullrich, diputada de Unión por Todos.
La misma lectura hizo Eduardo Amadeo: «Este es uno de los presupuestos más perversos que observé en toda la era kirchnerista. Están condenando a la Argentina a continuar con este proceso de descapitalización. Sigan avanzando sobre las reservas: primero para pagar deuda y ahora para financiar gastos corrientes casualmente en un año electoral».
El diputado peronista agregó: «El problema es que hacen una versión burda del apotegma de Aldo Ferrer: ‘Vivir con lo nuestro’. Y en ese momento se podrían acceder a créditos con excelentes tasas para capitalizarte y fondear proyectos de energía, caminos, stock de hacienda, y tantas otras cosas que se necesitan. En cambio, continúan gastando la plata de la alcancía de los argentinos».
«Para poner un ejemplo: los reiterados descarrilamientos en los trenes muestra la descapitalización de la que hablo. En fondo de sustentabilidad ya perdió un 20%. Estas maniobras en el presupuesto sólo nos perjudican, y lo hacen por una cuestión casi religiosa, porque Néstor Kirchner decidió en su momento no tomar deuda en el exterior», concluyó.
