Como viene adelantando este medio, la crisis en el sistema ferroviario se agudiza cada vez más con el pasar de los días, poniendo en riesgo la vida de millones de argentinos que cotidianamente utilizan dicho medio de transporte.
Ayer, una locomotora con cuatro vagones vacíos descarriló en las vías de la línea Sarmiento, lo que no ocasionó heridos pero mantuvo limitado el servicio del ferrocarril durante más de una hora.
La formación descarriló a las 15.25, entre las estaciones Morón y Haedo, informó la empresa en un parte de prensa, y agregó que el servicio se prestaba sólo entre Castelar y Moreno, y condicional a Once.
La locomotora se dirigía hacia los talleres de Castelar y transportaba coches vacíos. En ese contexto, la empresa agregó pasadas las 16.30 que el servicio se había restablecido totalmente.
El último martes, la línea Sarmiento de trenes estuvo paralizada hasta el mediodía por falta de formaciones, según denunciaron los trabajadores, y se restableció desde las 12.20, luego de que la empresa encargada de gestionarla dispusiera poner en circulación 15 servicios.
Lo cierto es que desde organismos hasta los trabajadores mismos vienen anunciando la posibilidad de que se concrete una nueva tragedia. A los relevamientos críticos realizados desde la Auditoría General de la Nación se vienen sumando en los últimos meses los cuestionamientos de los trabajadores ferroviarios, encabezados por su delegado Rubén “El Pollo” Sobrero, quienes aseguran que las condiciones de seguridad en el sistema de transporte no son las adecuadas y que los anuncios realizados por el Gobierno nacional no se vienen llevando a cabo.
No son menores estas advertencias si se tiene en cuenta el siniestro del último 22 de febrero, cuando una formación chocó en la estación terminal de Once, causando la muerte de 51 personas (foto).
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