Alfonso Severo, testigo en la causa por el asesinato del militante, debía declarar este jueves pero se desconoce su paradero. Severo es un ferroviario perteneciente a la empresa Ferrobaires que debía prestar declaración en la audiencia de este jueves por el asesinato del militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra.
“Anoche habló con la mamá de mi hijo, que había sido operado, y le dijo que lo iría a visitar y lo mismo le dijo a mi mamá. Eran las diez y media. Nunca llegó a destino y desde las once que llamamos a su celular y da directamente el contestador”, contó Gastón, hijo del testigo.
Gastón Severo alertó además que, previo a su desaparición, Severo había recibido una llamada intimidatoria, donde sólo se escuchaba el sonido de la tele y una radio.
El testimonio de Alfonso Severo cobra vital importancia porque puede comprobar los vínculos de la cúpula de la Unión Ferroviaria con el régimen de tercerización laboral que imperaba en el ferrocarril, contra el cual protestaba Ferreyra junto a otros trabajadores el 20 de octubre de 2010 cuando fue asesinado a manos de una patota que habría respondido al entonces titular de la UF, José Pedraza.
