Los republicanos reclaman que el FBI explique por qué investigaba a Petraeus. El ex militar debía declarar por la muerte del embajador de EE UU en Libia. También se sospecha que hubo especulación con la fecha de las elecciones.
Por: Tiempo Argentino
El presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes de EEUU, Peter King, exigió ayer que el FBI explique los pormenores de la investigación que condujo a la renuncia del director de la CIA, David Petraeus. El general de cuatro estrellas y considerado un «héroe» militar, renunció a su cargo al frente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) el viernes pasado, tras admitir que tuvo una relación extramarital. Aunque no la nombró, la supuesta amante fue identificada como su biógrafa Paula Broadwell, graduada de la academia militar West Point y reservista del Ejército de Estados Unidos. El presidente Obama fue informado de la situación el jueves pasado y aceptó la renuncia de Petraeus al día siguiente.
«Esto simplemente no tiene sentido… estoy sugiriendo que hay demasiadas preguntas sin respuestas», dijo King, republicano de los más férreos críticos de la Administración Obama. El legislador destacó que, entre otras preguntas, el FBI debe presentar un cronograma de la investigación, cuyos detalles van saliendo a cuentagotas y de la cual los congresistas se enteraron recién la semana pasada.
El ex jefe de la CIA confesó en su carta de dimisión que había tenido una relación extramatrimonial, y no negó después la información de que su amante era Paula Broadwell, con la que compartió tiempo durante los dos años en los que esta trabajó en su biografía. Broadwell está casada y es madre de dos hijos. También Petraeus tiene esposa, Holly, a la que conoció en 1973, durante su paso por la Academia Militar de West Point.
El caso Petraeus tiene, al menos, tres ángulos polémicos: el anuncio de su renuncia pocos días antes de que debiera comparecer ante el Congreso para aclarar el ataque contra el consulado norteamericano en Benghazi (Libia), la revelación de este episodio solo tres días después de la celebración de las elecciones presidenciales y el riesgo de que se haya producido una filtración de secretos de Estado. Petraeus debía responder el miércoles ante un comité en el Capitolio sobre los posibles fallos de seguridad que dieron lugar el pasado 11 de septiembre a la muerte de cuatro norteamericanos, incluido el embajador de Estados Unidos en Libia, Christopher Stevens. Como se supo posteriormente, el consulado en Benghazi era, prácticamente, una base de actuación de la CIA, organización a la que pertenecían todas las víctimas, menos el embajador, y que estaba encargada de su seguridad. Sobre ese ataque circularon hasta ahora diversas versiones contradictorias, que no llegaron a crear más controversia al coincidir con un momento en el que la atención estaba puesta en la campaña electoral.
Un aspecto de controversia es el momento en que se supo este asunto, antes o después de las elecciones. Es obvio que los efectos de la noticia podían haber sido distintos tres días antes del 6 de noviembre o tres después. La Casa Blanca informó que Petraeus habló por teléfono el miércoles pasado con el consejero de Seguridad Nacional, Thomas Donilon, para pedirle una cita con el presidente y exponerle su situación. Un día después, el jueves, Barack Obama recibió al director de la CIA, quien le entregó su carta de dimisión, la que aceptó el viernes, cuando el caso se hizo público. Ese mismo día por la mañana la agencia de inteligencia le adelantó la noticia a los principales líderes del Congreso.
Fuente: Efe / Tiempo Argentino