La semana pasada el Senado de la Provincia de Buenos Aires dio media sanción a la reforma del Consejo de la Magistratura provincial. En la Cámara de diputados numerosos intregrantes ya se han manifestado en contra de la misma y aseguran que se opondrán a su votación.
El más movedizo contra el proyecto que viene de senadores, es el diputado Mauricio D’Alessandro, integrante del bloque Unión Celeste y Blanco. (De Narvaez). Desde la semana pasada recorre uno a uno los bloques opositores con la ley en mano señalando lo que denomina un “nuevo avasallamiento de las instituciones”.
Ya lo vimos en la Nación, afirma D’Alessandro, “…modificaron la composición y funcionamiento del Consejo para fuera un instrumento útil en la batalla legal contra el grupo Clarín..”
“La manipulación de la Justicia es el primero de los objetivos de los gobiernos autoritarios. Cuando como en este caso se pretende quitar representación a los Colegios de Abogados para mejorar el peso del Poder Ejecutivo en las decisiones, ya sabemos adonde se apunta”, insistió el legislador. La Constitución provincial lo dice claramente en su art.175, el Consejo debe integrarse con representantes del ejecutivo, del legislativo y de los colegios públicos de abogados equitativamente, sostuvo D’Alessandro.
La ley de reforma que tiene media sanción en Senadores, reduce los miembros del Consejo y especialmente el de los abogados, aumenta los funcionarios políticos y le quita la presidencia a la Suprema Corte de Justicia.
En la nueva ley, dice D’Alessandro, “…los consejeros ya no tendrán que ser abogados. A título de que puede alguien válidamente eliminar ese requisito cuando la función del Consejo es justamente evaluar y seleccionar a abogados que aspiran a la magistratura…”. Y concluyó “se elimina también la intervención de los Consejos consultivos que en las pequeñas localidades mejor conocen el desempeño y capacidad de los postulantes. En definitiva, se diluye la participación popular para entregársela al poder de turno.”
“La presión sobre los jueces que tienen que entender en el caso Clarín y la nueva ley del per saltum son parte de esta avanzada. Los bonaerenses somos ajenos a esa lucha y el proyecto que entre gallos y medianoche pretende llevar adelante el oficialismo K es nuevamente una burda maniobra para disciplinarnos ante el poder central”, afirmó el legislador.