El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Manouchehr Mottaki, ha indicado este miércoles que la decisión final sobre la suerte de Sakineh Mohammadi-Ashtiani, la mujer condenada a muerte en Irán, todavía no ha sido adoptada.
Un responsable del Ministerio de Justicia iraní negó que Shakineh haya sido ejecutada y afirmó que se encuentra «en perfecto estado de salud» en la cárcel de la ciudad de Tabriz, unos 600 kilómetros al oeste de Teherán.
En declaraciones divulgadas por la agencia de noticias estatal Irna, Malek Ajdar Sharifi, adscrito al Juzgado de la citada localidad, insistió de que el proceso contra la mujer, acusada de adulterio y participación en el asesinato de su marido, «sigue su curso en los tribunales de la provincia».
«Todavía no se ha tomado la decisión final», declaró el ministro Mottaki durante una conferencia de prensa en Georgia, antigua república soviética.
El examen de «este asunto va a proseguir en el marco de la ley», ha añadido, según los comentarios traducidos a georgiano.
Su homólogo francés, Bernard Kouchner, indicó unas horas antes que durante una entrevista telefónica este martes «Mottaki me ha asegurado que el veredicto final no había sido emitido por la justicia iraní».
Ejecución inminente
Los comités de apoyo a esta iraní habían advertido que la ejecución es inminente.
El funcionario judicial Sharifi aprovechó la ocasión para acusar a Occidente de utilizar la polémica como excusa para emprender una campaña de desprestigio en contra de Irán. «Los medios hostiles occidentales quieren envenenar la atmósfera en torno a la República Islámica de Irán a través de este tipo de informaciones falsas», explicó.
Mohammadi-Ashtiani, madre de familia de 43 años, fue condenada a muerte en 2006 en dos juicios diferentes. El primer tribunal la condenó a ser ahorcada por haber participado en la muerte de su marido con uno de sus amantes. Esta pena fue conmutada en 2007 por 10 años de prisión.
Sin embargo, la condena a muerte por lapidación de Mohammadi-Ashtiani por adulterio, ordenada por un segundo tribunal, fue confirmada en 2007 por la Corte Suprema.
Desde el pasado julio, las autoridades iraníes han dicho varias veces que la condena de lapidación se mantenía, pese a las numerosas críticas de gobiernos y organizaciones pro Derechos Humanos. Sin embargo, el pasado 28 de septiembre el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní señaló que el proceso judicial no había terminado y que el veredicto final se anunciaría cuando acabase.
El caso ha conmocionado a la opinión pública internacional. EEUU y Europa han instado a Irán a renunciar a esta ejecución.
Fuente: mundo.es