La abstención penalizó tanto a la oposición como al oficialismo venezolano, pero en ese escenario, el chavismo pudo hacer valer la ‘estructura’. Si la oposición hubiera movilizado a quienes votaron por Henrique Capriles en octubre, hubieran podido ganar más de 15 gobernaciones, pero terminó quedándose apenas con 3…
Muy interesante el análisis de Javier Pereira, en El Nacional, de Caracas, Venezuela: «La competencia electoral del domingo 16/12 se redujo a una variable simple: la resistencia a una marea abstencionista. La apatía reflejada en los resultados de las elecciones regionales castigó a ambos bloques, pero la maquinaria del oficialismo resistió mejor y mantuvo sus cifras habituales de desmovilización en eventos regionales: 34%, al compararse con las presidenciales del 7 de octubre.
La oposición, por su parte, rompió la racha de crecimiento sostenido que mantuvo en todos los eventos electorales desde 2005. Los candidatos de la unidad opositora en los 23 estados suman escasamente 3,7 millones de votos y, en promedio nacional, los partidos de la MUD perdieron más de 40% de los votos que cosechó Henrique Capriles el pasado 7 de octubre.»
Los casos más graves para la oposición se registraron en entidades como Trujillo, Vargas, Guárico, Portuguesa o Apure, donde la pérdida superó un 60%.
En el caso del chavismo, la mayor pérdida se reflejó en estados como Bolívar (donde la victoria estuvo en riesgo), Falcón, Sucre y Amazonas; en éste último, además, el resultado se combinó con una baja desmovilización opositora (14%) para consolidar la victoria de Liborio Guarulla.
En Táchira el chavismo rozó la perfección: José G. Vielma Mora repitió casi la misma votación de Hugo Chávez en octubre (con sólo 9,9% menos) y la oposición se desangró con una pérdida de 40%.
¿Y Capriles?
El líder opositor Henrique Capriles Radonski ganó Miranda con 582.305 votos frente a los 534.937 que logró el hombre de Chávez, Elías Jaua. La ventaja fue de 47.368 sufragios, una diferencia cerrada, si se tiene en cuenta que participaron 1.121.093 personas.
De los 21 municipios que tiene el estado, el gobernador reelecto sólo ganó en 6: Baruta (81%), Chacao (84%), Sucre (54%), El Hatillo (84%), Los Salias (77%) y Carrizal (55%), los municipios que tienen mayor concentración demográfica, y en los que hay una importante representación de la case media.
Capriles no se centró en hacer campaña en los municipios en los que ganó, algo que quizá motivara la alta abstención en esos espacios, considerados bastiones de la oposición (Baruta, Chacao, El Hatillo y Sucre). Esa abstención no permitió ampliar la brecha de los 47.368 votos que le sacó a Jaua.
Si se comparan los resultados con los de las elecciones regionales de 2008, se desprende que el gobernador redujo la cantidad de votos de ventaja.
A Elías Jaua le sacó 47.368 votos, mientras que a Diosdado Cabello, en aquella oportunidad, le ganó con 77.042 sufragios. Sin embargo, mantuvo casi intacto su apoyo político: apenas 1.490 votos menos que en 2008.
Al cotejar los resultados del domingo con la elección presidencial de este año, se observa que el 7D, Capriles logró 181.875 más votos en Miranda, cuando consiguió 764.180 sufragios. Sin embargo, el oficialismo también vio disminuido su apoyo el 16-D, pues sacó 236.116 menos sufragios en la entidad en comparación con las presidenciales, cuando obtuvo 771.053.
«Tonto útil»
«Las fuerzas democráticas venezolanas deben ser sometidas a una profunda revisión para conformar un liderazgo capaz de enfrentar las pretensiones de la revolución de Hugo Chávez de culminar la instauración de un régimen socialista de corte cubano en el país petrolero», advirtió el ex senador Pablo Medina, entrevistado por Antonio María Delgado, de El Nuevo Herald, de Miami.
El dirigente advirtió que la oposición venezolana ha jugado un papel «pusilánime» frente al régimen encabezado por Chávez, limitándose a competir en el terreno electoral bajo esquemas diseñados para perpetuar a la Revolución Bolivariana en el poder.
“Necesitamos que se conforme una verdadera fuerza democrática constitucional que haga valer los derechos democráticos, sociales y económicos de la población venezolana, hoy cercenada por este gobierno. La oposición actual guarda silencio, y es un silencio cómplice de esta situación”, sostuvo Medina.
De todos modos, la posición de Medina es inviable: ¿qué promueve él? ¿Una resistencia de qué tipo? ¿Él está seguro que la opinión pública venezolana apoyaría en forma mayoritaria su discurso?
Medina, vinculado con los movimientos sindicales de Venezuela, compitió este año contra el gobernador Henrique Capriles en las primarias presidenciales de la oposición, y perdió.
El pronunciamiento de Medina se produce en momentos en que crecen las críticas dentro de la oposición sobre su desempeño en las elecciones de este año, tras la derrota que sufrió durante los comicios presidenciales de octubre y los de gobernadores el pasado domingo, donde los adversarios a Chávez sólo lograron mantener tres de los ocho estados que tenían.
Según Medina, la oposición venezolana, al participar bajo —en vez de exigir el cambio de— un sistema electoral “claramente fraudulento” ha estado jugando el papel de tonto útil y por ende favoreciendo al régimen de Chávez.
“Tenemos un Consejo Supremo Electoral que viola la Constitución. De los cinco rectores del tribunal, cuatro son del PSUV [el partido de gobierno] y uno ‘aparentemente’ de la oposición. Tenemos un Registro Electoral Permanente que está inflado, que no es confiable y unas máquinas de votación que está demostrado por la Universidad Simón Bolívar que han sido utilizadas para alterar los resultados”, sostuvo.
“Es necesario crear una fuerza que luche en primer lugar y antes de cualquier decisión de candidatura, de escoger un Consejo Nacional electoral que sea verdaderamente independiente. Todo pasa por ahí. Si estos dirigentes de la oposición no luchan por esto, se están desenmascarando como una oposición claudicante, como una oposición con deficiencias morales, éticas y de valentía”, comentó.
Fuente: Urgente24
Imagen: Reuters