2012 fue un año complejo para HSBC: en USA, multado por un tema de lavado de dinero. En la Argentina, acaba de conocerse una sanción de parte de la UIF también por irregularidades. Ahora, un ejecutivo del HSBC vinculado al lavado de dinero que la mafia china hacía en España…
El banquero suizo Marc Pérez era uno de los responsables financieros de la red de blanqueo y evasión de capitales que trabajaba para el ciudadano chino Gao Ping, descubierta en la operación Emperador.
Desde su cargo de relevancia en el banco HSBC de Ginebra se encargaba de los movimientos transnacionales de dinero de evasores radicados en España. Con el dinero ‘pisado’, él facilitaba los números swift (justificantes de las transferencias) para que los clientes estuvieran seguros del destino del dinero entregado a la red.
Marc era el hombre de confianza de Francois Leiser, N°1 de la red de blanqueo, cuyo representante en España era una persona de origen israelí Malka Maman Levy, alias “Sobrina”, intermediaria entre
> empresarios y acaudalados inversionistas que tenían grandes sumas de dinero depositadas en paraísos fiscales que querían recuperar, y
> empresarios con una elevada facturación en dinero efectivo (la comunidad china y sus diferentes negocios), que querían transferir a China sin pagar impuestos a Hacienda (apodados “donantes” en la jerga de la trama).
Los “donantes” ponían su dinero a disposición de la red de blanqueo (por lo general billetes pequeños, de 20 y 50 euros) para que lo hiciera llegar a las personas necesitadas de efectivo (“receptores”), a cambio de que estos transfirieran desde sus cuentas en paraísos fiscales, por lo general Suiza, la misma cantidad a la cuenta del “donante” en China.
Unos y otros pagaban a la red de lavado una comisión y evitaban dar cuenta de sus transacciones a la Agencia Tributaria.
El procedimiento normal consistía en que antes de que los empresarios chinos adelantasen cantidad alguna en efectivo querían tener la certeza de que el mismo importe había sido transferido previamente a sus cuentas por Marc Pérez. La confirmación se realizaba con la remisión del número swift por fax. Con la certeza de que la transacción ya se había realizado, los empresarios chinos entregaban el dinero a la red.
Malka “trabajaba” también con otros intermediarios que tenían su propia red de clientes interesados en blanquear su dinero.
Entre sus colaboradores destacaban Javier Eduardo Rosón Boix, hijo menos de Juan José Rosón, ex ministro del Interior con Adólfo Suárez, y Vicente María Gregorio Abelló, sobrino del empresario Juan Abelló.
La organización delictiva controlada por Francois Leiser y Marc Pérez tenía otra “delegación” en Bélgica, integrada por un grupo de hombres y mujeres que trasladaban desde dicho país grandes cantidades de dinero a bordo de sus vehículos para los clientes españoles. El contacto de esta red con la citada Malka era otra mujer, de nombre Annie.
El líder de todo el entramado societario chino que utilizaba la red de blanqueo era Gao Ping, quien ejercía un control férreo sobre el dinero que era transferido a China. Sus colaboradores más cercanos eran sus cuñados Yong Jun Yang, Weizhen Yang y Xianxian Yang.
Gao Ping y sus colaboradores recuperaron la libertad en noviembre, apenas unos días después de ir a prisión, por errores en su proceso.
Para evitar ser descubierto Gao Ping había diseñado una oficina secreta de contabilidad en el parque industrial Cobo Calleja, aún pendiente de localizar.
El objeto de esa nueva oficina era llevar la ‘contabilidad B’ de las empresas del entramado financiero investigado.
Gao Ping ordenó instalar alrededor de la oficina ‘secreta’ un perímetro de seguridad, según se sabe. Pero no se encontró aún ese lugar identificado en una escucha telefónica.
Fuente: Urgente24