Como todo en su carrera, Sebastián Méndez se lo ganó. Con esfuerzo, sin lujos y con un perfil bajo que no encaja en el común del fútbol argentino, llegó a Banfield a mediados de 2009.
Sólo Julio Falcioni confió en él y ahora el Gallego se lo retribuye elogiando su trabajo y tratando de continuar su camino. De ser visto de reojo, pasó a ser ídolo y campeón en apenas seis meses. Ahora vuelve para sentarse en un banco por primera vez en su carrera, ya que el interinato en San Lorenzo lo vivió desde la platea. «Empieza una nueva etapa. Siento que estamos preparados para afrontar esto. Hoy me siento en el banco que dejó un gran entrenador. En el plantel hay muchos muchachos que jugaron conmigo y los conozco bien. Mi impresión es la mejor porque es un plantel de buenas personas. El equipo viene con muy buen trabajo encima, ahora queremos potenciar algo que ya es muy bueno», declaró el Gallego en la presentación oficial realizada en el estadio.
L lega a l Sur con Patr icio Camps como ayudante de campo, Gabriel Macaya como preparador físico y Gustavo Campagnuolo como entrenador de arqueros. «Agarro un equipo maravilloso», subrayó Méndez, pilar del campeón del Apertura 2009. Si bien prefirió no hablar de nombres, Walter Erviti es una pieza clave de ese «equipo maravilloso». El zurdo tiene contrato en Banfield pero lo buscan de varios clubes, entre ellos el Boca de Falcioni. Antes de poner el gancho por un año, Méndez le pidió a Carlos Portell que no se fueran Erviti y Víctor López.
¿Cumplirán?
Fuente: La Razón