Con el resultado de las primarias Cristina mantendría una mayoría en la Cámara alta, pero en Salta, Chaco, Neuquén y Capital Federal quedó a un peldaño de perder todo. Una mínima caída en octubre la llevaría a esa situación. El riesgo de las fuerzas provinciales.
Cristina Kirchner aseguró el sábado a la noche que con el resultado de las primarias tendría “igual o más” legisladores en octubre, ecuación que en el Senado podría revertirse en octubre con sólo perder unos votos en varias
provincias.
El jefe de bloque, Miguel Pichetto cuenta hoy a 33 senadores propios y llega los 37 necesarios para el quórum con la santafesina Roxana Latorre, el neuquino Horacio Lores y los fueguinos de Nuevo Encuentro Osvaldo López y María Rosa Díaz.
Con los números del domingo, el oficialismo sufriría la pérdida de dos o tres votos que hoy tiene con Neuquén, pero recuperaría dos con Salta y uno con el senador por la minoría que impuso Gerardo Zamora, si es que el gobernador de Santiago del Estero mantiene su alianza inquebrantable con la Casa Rosada.
Pero esa cuenta puede caerse en octubre, cuando en varias provincias el kirchnerismo debe repetir triunfos por poco margen en un contexto desfavorable.
De las ocho provincias que eligieron senadores, el kirchnerismo sólo obtuvo triunfos holgados en Entre Ríos y Santiago del Estero; mientras que tuvo una noche soñada en Tierra del Fuego, con la victoria del Frente para la Victoria y el segundo lugar para el ahora diputado aliado Jorge Garramuño.
En Neuquén salió todo mal, pero puede ser peor. En la interna del Movimiento Popular Neuquino se impuso el sindicalista petrolero Guillermo Pereyra, enfrentado al gobernador Jorge Sapag y también al Gobierno nacional, que lo echó del directorio de YPF por su relación con Hugo Moyano.
Su triunfo en octubre lo apuntalaría al Senado junto a Lucía Crexell, sobrina de Sapag pero enfrentada a él desde que no pudo suceder a su fallecida madre en la intendencia de San Martín de los Andes.
A esos dos votos ya perdidos el Gobierno dejaría de contar un tercero si Marcelo Fuentes no supera a Horacio Quiroga y consigue la banca por la minoría.
En las primarias quedó a sólo décimas pero algunos números avizoran un panorama complicado: en la interna del MPN votaron casi 200 mil personas, el 60% del electorado, una cifra descomunal que sugiere un corrimiento a otras listas en octubre.
Victorias ajustadas
El triunfo de la lista de Senadores del Frente para la Victoria en Salta supone dos bancas nuevas para el kirchnerismo en octubre, si se repite ese resultado.
La boleta liderada por Rodolfo Urtubey, hermano del gobernador, ganó con el 30,7%, a 9 del Frente Popular de los ya senadores Juan Carlos Romero y Sonia Escudero y a 10 de “Salta somos Todos”, el sello del excéntrico diputado Alfredo Olmedo.
El apellido del gobernador se hizo valer: en la lista de Diputados la fuerza de Romero ganó por unos pocos votos. En estos meses buscará escalar y mantener las dos bancas en la cámara alta.
En Capital Daniel Filmus quedó segundo en la votación individual pero el Frente para la Victoria obtuvo menos votos que el PRO y que la suma de los candidatos de Unen.
En octubre deberá esperar que Fernando “Pino” Solanas no sume un puñado de los votos de Rodolfo Terragno y Alfonso Prat Gay para permanecer en el segundo lugar.
Hay más: en Chaco, Jorge Capitanich fue candidato testimonial y su lista ganó la interna peronista con el 90% de los votos.
Sus tres rivales sumaron 5,42%, 1,99% y 1,89%, entre todos, más que la diferencia que el frente en su conjunto le sacó a la suma de las dos boletas radicales. En octubre la pelea será por no perder tropa propia.
Además de esperar estos resultados, Pichetto deberá remar para mantener el puñado de aliados circunstanciales que le permiten no arriesgar demasiado.
El porteño Samuel Cabanchik se vuelva a su casa, el correntino José María Roldán quedó ofendido por el cierre de listas y la pampeana María de los Ángeles de Higonet dependerá de las vicisitudes de su provincia.
Fuente: La Politica Online