La diva se presentó en el Juzgado Federal N°3 de Morón por el juicio de extradición
En una camioneta gris y acompañada por sus abogados Matías Morla y Víctor Stinfale, la diva Moria Casán se presentó en el Juzgado Federal N°3 de Morón para afrontar el juicio de extradición que inició la justicia Paraguaya.
«Les agradezco a todos y me voy a someter a la justicia como siempre lo hice. Voy con la mejor porque soy inocente», dijo Moria al encontrarse con la prensa.
El hecho sucedió el 27 de junio del año pasado y hoy, el juez federal de Morón Juan Pablo Salas, terminará resolviendo si hace lugar al pedido de Paraguay para remitir a ese país tanto a la diva como a su socio Luciano Garbellano para ser juzgados por el faltante de las joyas.
Por su parte, el abogado de Garbellano, Juan Martín Cerolini, confirmó que el empresario se hará presente en algunos minutos: «Su idea es venir. Hoy es una audiencia con testigos y se evaluará la viabilidad del pedido de extradición, no la cuestión de fondo. El joyero ya dijo que no tiene nada que reclamar. Falta que en Paraguay adopten este desinterés del joyero. Lo que pasa es que para ese país son dos figuras atractivas y no creo que lo cierren tan fácilmente».
El hecho recordemos fue en el Hotel Bourdon donde Moria se hospedaba junto con Garbellano y su asistente Aldo Alexis Sotto. Según surge de documentación de la causa a la que accedió Infobae, y de la acusación de los fiscales María Estefanía González y Claudia Criscioni, ese día Moria realizó un show en el Centro de Convenciones de la Confederación Sudamericana de Fútbol, en la ciudad de Luque, Paraguay.
Antes del show, el empresario joyero Armando Benítez prestó una gargantilla y un par de aros de zafiros azules y brillantes (que él le puso en el cuello y en las orejas a Casanova minutos antes de empezar el show), según se desprende de la causa.
Finalizado el evento, Moria se dirigió a su habitación, «le pidió a su asistente Aldo Alexis Sotto que le quite la gargantilla y los pendientes y se los entregó a Luciano Garbellano quien se llevó ambos objetos fuera del hotel».
Cuando el empresario fue a la habitación en busca de sus joyas, vio las cajas vacías, y consultó a la vedette sobre el faltante. «No sabía» qué había ocurrido con las joyas, dijo Moria.
Tras el episodio, Moria retornó a la Argentina y tiempo después las autoridades de aquel país pidieron tanto su captura como la de Garbellano. El juez de Morón tendrá que resolver tras el juicio si hace lugar o no al pedido de Paraguay.
Los abogados de Garbellano y Moria harán hincapié en que no tienen garantías para ser juzgados en Paraguay. Además, que el propio joyero Benítez labró un acta en el cual renunció tiempo atrás a cualquier tipo de reclamo.
Fuente: Infobae – Teleshow