Así lo aseguró el presidente del club portugués, Luis Felipe Vieira, quien se cansó de la extensa negociación con sus pares de River y los representantes del jugador, que además tenía una cotización muy alta.
Cuando parecía que todo iba por buen camino, el mandamás del club portugués decidió ponerle punto final a una negociación que, según sus propias palabras, se había dilatado demasiado.
El principal problema comenzó cuando el Benfica ofreció 8,5 millones de dólares y River no lo quería vender por menos de 10 millones.
En ese momento entraron a tallar los porcentajes de los representantes y hasta del propio jugador y como no se pudieron poner de acuerdo, Vieira se cansó y le puso punto final a la historia.
Fuente: Telám