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La sangre regó las calles de El Cairo: 51 muertos

El balance de víctimas de los enfrentamientos que se han producido este domingo entre simpatizantes del ex presidente egipcio Mohamed Morsi y fuerzas de seguridad, durante las manifestaciones por el 40º aniversario del ataque contra Israel, ha ascendido a 51 muertos y 268 heridos. Todos los años, las Fuerzas Armadas de Egipto celebran el ataque contra Israel que se llevó a cabo hace 40 años entre el 6 y el 25 de octubre y que concluyó con una declaración de alto el fuego y con la firma del histórico acuerdo de paz entre ambos países en 1979. Los indignados simpatizantes de Morsi habían dicho que utilizarían el aniversario para salir en masa a las calles. Se informó que más de 200 miembros del movimiento de los Hermanos Musulmanes, que fue prohibido recientemente, fueron arrestados en la capital y que hay unos 240 heridos.

La Hermandad, en cambio, no se achica y desafía las amenazas. El viernes 04/10 sus simpatizantes protagonizaron una demostración de fuerza con las protestas más multitudinarias desde el desalojo de los campamentos en El Cairo. Y este domingo 06/10 miles han tomado las calles de varios barrios de El Cairo, Alejandría y las ciudades del Delta del Nilo y el sur del país. La alianza que reúne a los islamistas ha llamado a convertir las manifestaciones en «un tributo a los héroes del Ejército nacional y patriótico» frente a la actual cúpula castrense, responsable de la asonada que desbancó a Morsi (foto) el pasado 3 de julio. «Los auténticos líderes son quienes cumplen con su responsabilidad en circunstancias difíciles y apuntan sus armas hacia el verdadero enemigo, en las fronteras de la patria», agregó el bloque en un comunicado.
Según ha informado el miembro del Ministerio de Salud egipcio, Jaled El Jatib, al diario oficial ‘Al Ahram’, la mayoría de las víctimas mortales se concentran en El Cairo y en Giza, donde, además, 423 personas han sido detenidas por los disturbios. En El Cairo se han producido los mayores enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y simpatizantes de Mohamed Morsi, que han intentado llegar a las plazas donde acamparon tras el golpe de Estado del 3 de julio y de las que fueron violentamente desalojados a mediados de agosto.

Cientos de seguidores de la Alianza Nacional de Apoyo a la Legitimidad han intentado llegar a las plazas Tahrir y Rabaa al Adaeiya, pero han sido parados por los uniformados en las calles aledañas, lanzando gases lacrimógenos. También se han escuchado disparos.

La Alianza Nacional de Apoyo a la Legitimidad ha denunciado que once de sus miembros han fallecido a causa de la actuación de las fuerzas de seguridad en la calle Ramses, donde han parado a los simpatizantes de Morsi que intentaban llegar a la plaza Tahrir. Además de evitar la llegada de los manifestantes pro Morsi, los uniformados han llevado a cabo fuertes controles de seguridad a la entrada de estas plazas, instalando incluso detectores de metal para impedir nuevos disturbios.

Ni la propaganda estatal -repetida hasta el hartazgo en la televisión estatal y los canales privados- ni la amplia campaña de arrestos que ha descabezado los Hermanos Musulmanes han logrado silenciar el grito de quienes denuncian la asonada y piden el regreso de Mohamed Morsi, retenido en paradero desconocido desde julio y con un largo calvario judicial por delante. Su órdago a las autoridades, enrocadas en el uso de la fuerza y en avanzar a toda costa en la hoja de ruta, y la ausencia de cualquier atisbo de negociación política condenan a Egipto a una prolongada inestabilidad.

Cuatro décadas después, Egipto ha festejado este domingo la ‘victoria’ en la guerra árabe-israelí de 1973 entre estrictas medidas de seguridad y salpicado de protestas rivales. El enemigo no viene ya de fuera. Los Hermanos Musulmanes y sus aliados, demonizados por el nuevo régimen, han tomado las calles de todo el país en contra del golpe de Estado que derrocó a Mohamed Morsi mientras la simbólica plaza Tahrir de El Cairo, blindada por ejército y policía, se ha rendido a los uniformados y a su líder Abdelfatah al Sisi.

Los choques entre islamistas y fuerzas de seguridad han dejado al menos 51 muertos y 268 heridos en todo el país, según el Ministerio de Sanidad. Los Hermanos Musulmanes han informado de que partidarios de Morsi han perdido la vida en la céntrica calle Ramsis de El Cairo; en el distrito capitalino de Doki y en Delga, a unos 300 kilómetros al sur de la capital egipcia. Además, las fuerzas de seguridad egipcias han arrestrado a 423 personas en El Cairo.

Delga, situada en la provincia de Minia, estuvo bajo control de los islamistas desde el brutal desalojo de las acampadas el 14 de agosto hasta hace tres semanas, cuando las fuerzas de seguridad lanzaron una ofensiva para reconquistarla. Los cuatro manifestantes han muerto cuando la marcha islamista se aproximaba a la comisaría de la ciudad. Los afines a Morsi han lanzado piedras a la policía, que ha replicado abriendo fuego.

El país árabe celebra la efemérides que allanó el camino para recuperar el Sinaí en estado de alerta. Las autoridades han reforzado la seguridad después de que el viernes cinco manifestantes islamistas perdieran la vida en varios choques con la policía. Ambos bandos, barbudos y afines a la cúpula castrense, se han citado en Tahrir, lo que ha despertado el temor a una nueva jornada sangrienta.

La presidencia advirtió ayer que cualquiera que proteste contra las fuerzas armadas durante este domingo será considerado un agente extranjero. «No es digno convertir la batalla contras las autoridades en un conflicto contra la nación», indicó el portavoz presidencial Ahmed al Muslimani en declaraciones a la agencia estatal de noticias Mena. El Ministerio del Interior, por su parte, ha señalado que impedirá «cualquier acción fuera de la ley o tentativa de obstaculizar servicios, carreteras y avenidas por parte de quienes instigan al caos».

La Hermandad, en cambio, no se achica y desafía las amenazas. El viernes sus simpatizantes protagonizaron una demostración de fuerza con las protestas más multitudinarias desde el desalojo de los campamentos en El Cairo (aquellas que provocaron más de 600 muertos). Y este domingo miles han tomado las calles de varios barrios de El Cairo, Alejandría y las ciudades del Delta del Nilo y el sur del país.

La alianza que reúne a los islamistas ha llamado a convertir las manifestaciones en «un tributo a los héroes del Ejército nacional y patriótico» frente a la actual cúpula castrense, responsable de la asonada que desbancó a Morsi el 03/07. «Los auténticos líderes son quienes cumplen con su responsabilidad en circunstancias difíciles y apuntan sus armas hacia el verdadero enemigo, en las fronteras de la patria», agregó el bloque en un comunicado.

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