Junto con Venezuela, Argentina es considerado un país de alto riesgo y muy ligado con el narcotráfico y la corrupción. De ahí que los bancos suizos notifican que cierran sus cuentas a los clientes de esos países que tengan menos de US$5 millones. Les dan un mes para mudarse a otro lugar, o se encontrarán con un cheque a su nombre bajo la puerta de su casa.
Imagen: Infozuiza.com
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Los suizos han decidido desprenderse de aquellos clientes más riesgosos; entre ellos, los venezolanos y argentinos, por ser considerados países de alto riesgo y muy ligados con el narcotráfico y la corrupción.
Muchos bancos suizos están directamente echando a sus clientes argentinos que tienen menos de US$3 millones, mientras otros lo hacen a quienes no llegan a los US$5 millones. Los notifican que tienen que cerrarle sus cuentas y les dan un plazo de un mes para mudarse a otro lugar (puede llegar a extenderse hasta 60 o 90 días como máximo) o, en su defecto, se encontrarán con un cheque a su nombre bajo la puerta de su casa.
Por un tema de confidencialidad, no mandan correspondencia, sino que el aviso es mediante una conversación telefónica (grabada para que quede el registro), y en varios casos ni siquiera se vincula con el monto de los fondos que posee el cliente, ya que la decisión reside en no atender más a los residentes de nuestro país.
Según informa el diario ‘El Cronista’, se fijan en los legajos de los clientes y cierran las cuentas de quienes habían dicho que el dinero era no declarado, o de quienes no saben bien a qué se dedican, o quienes tienen una actividad rara. A quien tiene US$1,5 millón, algunos bancos les dicen que dejan de atender a quienes tienen menos deUS$3 millones, entonces el cliente debe depositar el doble o irse.
Ningún banco quiere ser sancionado por los gobiernos, como le ocurrió a una famosa entidad que USA multó por US$ 2.000 millones por deficiencias en sus procesos de conocimiento de sus clientes, lo cual permitió que se filtrara dinero de los carteles mexicanos. Por ende, el banco tuvo que cerrar decenas de miles de cuentas de clientes latinoamericanos que no conocía, ni sabía qué hacían o de qué vivían.
Según estiman en la City, hay alrededor de 10.000 cuentas de argentinos en Suiza por un promedio de US$4,5 millones cada una, lo que totalizaría unos US$45.000 millones, casi un 50% más que las reservas del BCRA.
Por otra parte, la Argentina y Suiza sellaron la semana pasada un acuerdo de intercambio de información para evitar la doble imposición sobre la renta y el capital, que se firmará a principios del año próximo y entrará en vigencia partir de enero de 2015.
«El acuerdo prevé intercambio de información a petición, siempre y cuando la Argentina tenga indicios firmes que se está evitando tributar debidamente, porque nosotros queremos una plaza financiera transparente. Suiza tiene 80 empresas en la Argentina y somos el inversor directo número seis», dijo el embajador suizo en el país, Johannes Matyassy.
En principio, el acuerdo dice que no puede darse información abiertamente y en forma de pesca, sino que tienen que plantearse caso por caso y con una demanda ya abierta en la justicia Argentina. Similar a lo que está escrito con Uruguay. »Pero como siempre, todo termina con quien tiene más fuerza para presionar. Y acá la que estaba muy interesada para que se firme el acuerdo era Suiza, ya que el no tenerlo firmado repercute negativamente para sus empresas con operaciones en Argentina», revela un broker.
Los banqueros privados y asesores financieros están reaccionando de manera muy disímil: algunos niegan la realidad, otros la esconden y le dicen a sus clientes que Suiza va a seguir siendo Suiza y que nunca intercambiará datos con Argentina, mientras que el resto le propone a sus clientes mudarse a otras jurisdicciones que en teoría son seguras, como Singapur, Luxemburgo, Austria, Inglaterra, USA y Panamá.
«La decisión de Suiza tiene que ver con la realidad de su economía. Su sistema financiero le aporta mucho menos del 10% de su PBI y estudios internos indican que el dinero no declarado sólo contribuye con el 2,5% del total de la economía. Un porcentaje demasiado pequeño por los grandes problemas que les causa. El mayor inconveniente es poner en riesgo el verdadero negocio de Suiza: ser el país que eligen todas las grandes multinacionales para establecer sus casas matrices», indica Mariano Sardans, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI.
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