Por decisión de la familia, sólo un reducido grupo de familiares más íntimos puede ingresar a la casa velatoria. Aún ninguno de ellos se hizo presente para despedirlo.
Si algo no hubiera querido Ricardo Fort es que su funeral fuera triste y solitario.
Sin embargo, la familia del chocolatero dispuso la medida contraria a lo que él hubiera querido en vida.
Solo 9 personas estuvieron autorizadas a ingresar a la casa velatoria ubicada sobre la Avenida Córdoba, en Palermo.
Ningún familiar directo de Fort se hizo presente en el salón dorado de la sala.
Los fans de Fort, mientras tanto, le hicieron el aguante desde afuera suplicando poder entrar para acompañarlo.
Un triste final en soledad como el empresario no hubiera deseado nunca.
Fuente: Primiciasya.com