En su balance del año transmitido por cadena nacional, la presidenta Dilma Rousseff aseguró que está «a un paso de acabar con la miseria absoluta» en Brasil. En tanto, otra amante de la cadena nacional (en tiempos pre-electorales), la mandataria argentina Cristina Fernández aún no emitió ningún mensaje de fin de año. Ya instalada en el sur del país, pocos esperan que de la cara. Acaso, ¿qué noticia con buenos augurios hay para dar?
A pocos días de comenzar el año en el que seguramente peleará por la reelección, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aseguró en cadena nacional que su Gobierno está «a un paso» de acabar con la miseria absoluta en el país.
«Estamos a un paso de acabar con la miseria absoluta en todo Brasil», dijo Rousseff en un mensaje a la nación con motivo del fin del año, retransmitido anoche en cadena nacional de radio y televisión en horario de máxima audiencia.
La jefa de Estado dijo que, con ese objetivo, su Gobierno «reforzó» el programa de transferencia de renta Brasil Sin Miseria, que actualmente atiende a cerca de 50 millones de personas que viven bajo el umbral de la pobreza.
El Gobierno considera que una persona vive en la miseria absoluta cuando gana menos de 70 reales (unos 29 dólares) por mes.
Rousseff vaticinó que Brasil «tiene motivos» para esperar un 2014 «mejor» que este año, en el que resaltó que la crisis «no fue capaz de interrumpir el ciclo positivo» de la economía.
«Somos uno de los raros países donde el nivel de vida no retrocedió o se hizo pedazos por la crisis», sostuvo.
En ese sentido, Rousseff celebró «una de las menores tasas de desempleo del mundo» y reconoció «algunos problemas localizados», con el encarecimiento del costo de la vida.
La mandataria brasileña, que termina su mandato dentro de doce meses y muy probablemente se presentará a las elecciones del próximo octubre, conminó a los brasileños a ser «optimistas» en relación a la posibilidad de mejorar su nivel de vida en el año entrante.
La dirigente del Partido de los Trabajadores reiteró además que el empeño en controlar la inflación busca mantener el equilibrio de las cuentas públicas y afirmó que el Gobierno actuó sobre los gastos y garantizó el equilibrio fiscal, además de reducir los impuestos y la cuenta de la energía eléctrica.
Por otra parte, Rousseff criticó la desconfianza injustificada de algunos sectores del país y dijo que una «guerra psicológica» podría inhibir inversiones.
«Si algunos sectores, por el motivo que sea, instan a la desconfianza, especialmente la desconfianza injustificada, es muy malo. La guerra psicológica podría inhibir inversiones y retardar iniciativas», sostuvo la heredera política de Lula Da Silva.
# El caso argentino
En la Argentina, la situación que rodea a la mandataria Cristina Fernández es, sin duda, otra. No sólo porque este 2014 no será un año electoral, sino porque el 2013 ha dejado tan golpeada a la mandataria que, recluida en el sur del país, no tiene en planes apariciones, por lo menos, hasta el 6 de enero.
¿Emitirá de todos modos algún mensaje de fin de año? Nadie lo espera. Puede ocurrir así como fue su breve interrupción vía la agencia de noticias ‘Télam’ para desmentir las palabras de Carlos Kunkel quien habló de una virtual candidatura en 2015.
Si es sabido que no hay muchas noticias de buen augurio para dar y en el actual contexto, poco creíble serían…
Por lo pronto, recluida en El Calafate (Santa Cruz), la jefe de Estado pasó Navidad y permanecerá allí hasta fin de año para retornar a la Capital Federal en los primeros días de enero, aunque se desconoce la agenda que desarrollará cuando retome la actividad oficial.
Las críticas fueron duras con ella, desde el momento en que se produjeron los alzamientos policiales y no utilizó la cadena nacional para llamar a la paz y reclamar cordura a los uniformados, hasta estas horas, donde la falta de energía eléctrica y de agua potable puso al Gobierno nacional en la picota, porque se tratan de servicios públicos regulados por el Estado en el caso de los porteños y bonaerenses.
Fuente: www.urgente24.com
