Los jefes de las respectivas diplomacias, John Kerry y Sergei Lavrov, coincidieron en pedir «gestos» a ambas partes.
Nota de Tiempo Argentino
Estados Unidos y Rusia se pusieron de acuerdo para acelerar el proceso de paz en Siria, que comienza con la reunión prevista a fin de mes en Ginebra entre todas las partes involucradas, aunque discrepan sobre la presencia de Irán en esa cita. La reunión que mantuvieron ayer en París los jefes de las respectivas diplomacias, John Kerry y Sergei Lavrov, sirvió para explicitar que ambos países consideran que la solución al conflicto «debe ser política y urgente».
El carácter apremiante de la búsqueda de soluciones no debe esperar a que se abran las negociaciones en la ciudad suiza, por lo que Kerry y Lavrov coincidieron en pedir «gestos» a ambas partes, en particular un alto el fuego localizado en la región norteña de Alepo, una de las más afectadas por los combates. Además de ese paso, ambos diplomáticos pidieron que se acelere el intercambio de prisioneros entre las partes y se abran corredores humanitarios que permitan llevar ayuda a las zonas más afectadas.
En este sentido, Lavrov reveló que el gobierno de Bashar al Assad está dispuesto a permitir que la asistencia llegue al campo de Ghouta, en las afueras de Damasco, la capital. Esos «gestos» contribuirían a calmar la situación y a que la reunión de Ginebra se desarrolle en «una mejor atmósfera», según dijo el representante de las Naciones Unidas y la Liga Árabe para la región, Lajdar Brahimi, que también participó en el encuentro celebrado en la embajada parisina de Estados Unidos.
Las discrepancias entre Estados Unidos y Rusia se centraron en si Irán debe o no participar en la cumbre que se celebrará en territorio suizo, cuya apertura está prevista para el próximo día 22 en Montreux, para proseguir dos días después en Ginebra. Lavrov consideró que Teherán, principal aliado regional de Al Assad, tiene un lugar lógico en la mesa de negociaciones, al mismo nivel que Arabia Saudita, principal apoyo económico y militar de los comandos que combaten al gobierno.
Kerry, por su parte, estimó que Irán «es bienvenido» siempre que primero reconozca que el objetivo del encuentro es el marcado en la reunión de junio de 2012, también en Ginebra, en el que las potencias decidieron que cualquier solución a la crisis siria pasa por la formación de un gobierno provisional con un Poder Ejecutivo que se encargue de comandar un período de transición en el país. A diferencia de Arabia Saudita, que ya recibió la invitación del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para participar en el encuentro, Irán aún no fue notificado.
Brahimi fue prudente sobre este punto y aseguró que debe contar con el respaldo de Washington y Moscú, los principales impulsores de Ginebra 2. Irán ya mostró su disposición a participar de la reunión, pero exige que no haya concesiones previas a la misma. La presencia de Teherán tendría una significación particular, dos días después de que entre en vigor el acuerdo firmado con la comunidad internacional sobre su programa nuclear.
Fuente: www.infonews.com