Los principales referentes de la Mesa de Enlace del campo subieron hoy el tono de las críticas contra el gobierno de Cristina Fernández por la decisión de mantener el cepo a las exportaciones de trigo, pese a la existencia de saldos excedentes. Pidieron que «este pibe Kicillof deje de ser hipócrita». Pero quien salió a responder fue el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, hoy la voz y la cara que los kirchneristas mandan a todos los frentes.
El presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, llegó a calificar al ministro de Economía, Axel Kicillof, de «hipócrita» por haber justificado la decisión de mantener las limitaciones en mantener los precios de la «mesa de los argentinos».
«Ganaron las multinacionales de exportación, las corporaciones, de las que este gobierno tanto habla. Basta de verse. Este pibe Kicillof que deje de ser hipócrita. Bajo el pretexto de la mesa de los argentinos han hecho transferencia de ganancias fenomenales de los productores a seis o siete grupos exportadores multinacionales», afirmó, en declaraciones a radio Mitre.
Según el titular de Federación Agraria, «no se puede exportar carne con la agilidad que se necesita. No dejaron exportar trigo y el pan llegó a costar 30 pesos; hicieron lo mismo con la carne y está a 60 o 70 pesos».
En tanto, el titular de Coninagro, Carlos Garetto, advirtió que «nunca le va a faltar trigo al país», ya que «con 2 millones y medio de toneladas de trigo sirven para el pan y el resto es para otros productos». El mercado interno, según el dirigente, «está tranquilo porque sabe que tiene las toneladas», pero «en algunos casos el productor no llega a cubrir los costos».
Por último, Rubén Ferrero, presidente de las Confederaciones Agrarias Argentinas, dijo a radio El Mundo que se sigue «con la misma lógica intervencionista» que le quita posibilidad al productor agropecuario de tener previsibilidad al momento de la venta y poder tener el precio que le corresponde por su producto.
Además, agregó que Axel Kiciloff dio varios datos que no son correctos. «Por un lado dijo que tiene que seguir monitoreando el nivel de cosecha y esa instancia ya terminó. Por otro lado, se sigue con la lógica de que todo lo que se hace es para defender la mesa de los argentinos». El ruralista afirmó que, de esta manera, «quedó demostrado que lo único que hacen es encarecer los productos en las góndolas de los consumidores».
Pero quien salió en defensa de la autorización oficial de exportar 500.000 toneladas de trigo de la campaña 2013/14, fue el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien apuntó contra las entidades agrarias.
«Con el trigo se hace harina y con la harina se hace el pan», dijo el funcionario en defensa de la política de Cristina Fernández que, según explicó, tiende a «garantizar que exista trigo suficiente para garantizar en la mesa de los argentinos un bien indispensable».
Capitanich rechazó en su conferencia de prensa habitual los cuestionamientos de la Mesa de Enlace. Productores y especialistas del mercado preveían la exportación inmediata de 1,5 millones de toneladas, pero la Casa Rosada autorizó apenas un tercio y el ministro de Economía afirmó que se va a llegar a esa cifra en forma escalonada, mediante revisiones mensuales de la cosecha.
«Había quejas cuando no se autorizaba la exportación y se quejan cuando se abre. Queremos saber realmente si estaban de acuerdo o no», exigió el ministro coordinador.
«El Estado administra un recurso que es estratégico», dijo Capitanich y consideró que la decisión «es de una racionalidad absoluta».
A su vez, en la conferencia que compartió con el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, argumentó que la decisión de autorizar la exportación de medio millón de toneladas de trigo se tomó para «evitar las especulaciones y el desabastecimiento» que hubo en 2013, en referencia a la suba de 70% del precio del pan por la escasez de harina.
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