Dos organismos de Derechos Humanos denunciaron que durante 2013 hubo más de 21 mil expulsiones, una cifra 2,3 veces mayor que la del año anterior. «La situación es peor que en el mandato de Sarkozy», advirtieron las ONG.
Nota del sitio Tiempo Argentino.
Organismos de Derechos Humanos denunciaron ayer que la política de desalojos forzados implementada por el gobierno de François Hollande empeoró sustancialmente la situación de los inmigrantes en Francia. Según los datos recogidos por estas ONG, durante 2013 hubo un total de 21.537 expulsiones de gitanos, una cifra 2,3 veces mayor que la del año anterior.
En su informe anual, la Liga de Derechos Humanos (LDH) y el Centro Europeo de Derechos de los Gitanos (ERRC) sostuvieron que «estos desalojos forzados son la expresión de una política de rechazo que estigmatiza a los gitanos como chivos expiatorios» y aseguraron que, con ellos, «las autoridades no quieren más que una cosa: su vuelta a sus países de origen».
Los datos recolectados precisan que durante el año pasado hubo 165 desalojos de campamentos a cargo de las fuerzas de seguridad, con 19.380 personas afectadas. Del total de evacuaciones, unas 118 se produjeron en virtud de recursos legales presentados por los propietarios de los terrenos, mientras que 34 fueron por decisión de las prefecturas regionales basadas en razones de seguridad y salubridad. Además, hubo otros 22 desalojos causados por incendios, que afectaron a unos 2157 ciudadanos.
Entre los dirigentes apuntados por ambas organizaciones de Derechos Humanos apareció el nombre de Hollande, a quien criticaron por su notable cambio de posición respecto de la política migratoria. «Antes de ser elegido presidente había denunciado la política de desalojos forzados de su antecesor, el conservador Nicolas Sarkozy, pero ahora la situación ha empeorado», subrayaron la LDH y el ERRC.
Los datos recolectados precisan que durante el año pasado hubo 165 desalojos de campamentos a cargo de las fuerzas de seguridad.
Las ONG también señalaron al ministro del Interior, Manuel Valls, acérrimo defensor de la política de desalojos implementada por el gobierno francés. El funcionario, que la semana pasada presentó un recurso judicial ante el Consejo de Estado para censurar al cómico Dieudonné por sus «ataques racistas», fue el mismo que a fines de diciembre pasado decidió expulsar a una estudiante de 15 años de origen kosovar porque su familia no tenía documentos.
La chica, Leonarda Dibrani, fue violentamente arrestada durante una excursión que realizaba con sus compañeros de escuela y posteriormente deportada a Kosovo junto con su madre y cinco hermanas. «La mayoría (de los gitanos) deben ser llevados hasta la frontera (…) Nuestro papel no es acoger a estas poblaciones», declaró por esos días el ministro Valls, encargado del operativo de expulsión de la familia Dibrani.
«Los gitanos siguen viviendo en Francia en campamentos que han reconstruido un poco más lejos, pero están en situación cada vez más precaria», advirtió el presidente de la LDH, Pierre Tartakowsky, quien además aseguró que el incremento de las expulsiones «abre el camino a la expresión de extremismos y del racismo antigitano». «
Finalmente, actuó Dieudonné
El controvertido cómico francés Dieudonné finalmente pudo actuar en París, después de que las autoridades presentaran recursos judiciales para impedirlo. El espectáculo fue realizado el pasado lunes en el teatro Main d’or, donde el actor presentó Asu Zoa («El rostro del elefante», en lengua autóctona de Camerún, de donde es oriundo su padre), un nuevo show muy parecido al censurado El Muro, que había sido prohibido en distintas ciudades del país por «incitar al odio» y por sus «ataques racistas», según había denunciado el ministro del Interior, Manuel Valls.
Fuente: Info News
