La escasez venezolana en diciembre fue casi 6 puntos mayor que la registrada en el mismo mes de 2012 (16,3%), según un informe difundido por el Banco Central de Venezuela (BCV), que lo hizo con retraso respecto a las fechas previstas. Las normas internas obligan al BCV a difundir durante los 10 primeros días del mes siguiente los índices de inflación y escasez, pero desde hace varios meses el ente emisor incumple con los plazos.
El Banco Central de Venezuela (BCV) difundió el índice de escasez de noviembre (23%) y de diciembre (22,2%) de 2013, que fueron de los más altos registrados en los últimos 6 años.
Según el informe, la escasez de diciembre fue casi 6 puntos mayor que la registrada en el mismo mes de 2012 (16,3%), según un informe difundido por el Banco Central de Venezuela (BCV), que lo hizo con retraso respecto a las fechas previstas.
Las normas internas obligan al BCV a difundir durante los 10 primeros días del mes siguiente los índices de inflación y escasez, pero desde hace varios meses el ente emisor está incumpliendo con los plazos.
El 30/12/2013 -1 día antes de que terminara el mes-, el BCV publicó la inflación de noviembre (4,8%) y al mismo tiempo la de diciembre (2,2%), con lo que 2013 cerró con 56,2% de alza en los precios al consumo, la más alta de América Latina y casi el triple de 1 año antes.
El índice de escasez mide la disponibilidad de productos de la canasta en el mercado, sacando una media entre más de 20.000 establecimientos repartidos por todo el país, los cuales son tomados como testigos además para estimar el índice de precios al consumidor.
Los economistas atribuyen los altos niveles de escasez al férreo control cambiario que rige desde 2003, a la sobrevaluación del bolívar, que fomenta las importaciones y destruye la producción nacional, y a una menor disponibilidad de dólares por parte del gobierno debido a la baja en el precio del barril de petróleo, al estancamiento de la producción y al pago de la deuda externa, entre otros.
Sin embargo, el gobierno del presidente Nicolás Maduro atribuye el deterioro económico a una «guerra económica» que se lleva a cabo contra Venezuela por parte de sectores de la burguesía con vínculos con Colombia y USA, que utilizarían métodos como la especulación y el acaparamiento de productos básicos, causantes de la inflación y la escasez.
En Venezuela, cuya economía depende en un 96% de las divisas petroleras e importa casi todo lo que consume, la escasez de productos básicos como la leche o el azúcar ha sido cíclica, pero en los últimos meses se ha agudizado la falta de mercaderías.
El gobierno realiza periódicamente importaciones masivas de productos de la canasta, en especial desde Colombia o Brasil, para aliviar esta situación.
Oposición
El coordinador de economía de la opositora Mesa de la Unidad Democrática, José Guerra, aseguró que todas las medidas que anunció la Administración Maduro obedecen al colapso del modelo económico que comenzó en 1999 y que, básicamente, se expresa en una alta dependencia del ingreso petrolero que hoy día es insuficiente para que el país pueda continuar de manera adecuada dada la caída del volumen de la exportación petrolera.
“Todas las medidas para restringir el uso de las divisas, recaen principalmente sobre las personas naturales, a los viajeros y las remesas. Ahora bien, sucede que el gasto de los viajeros es apenas el 6% del gasto total de las divisas del país, siendo lo más importante o fundamental (más del 90%) las importaciones y pago de la deuda pública. Entonces, no se puede pensar que restringiendo el uso de las tarjetas de crédito en el exterior, reduciendo los montos de cupo electrónico o reduciendo la cantidad de dólares a asignar en efectivo por concepto de viaje se van a las cuentas internas de Venezuela”, explicó.
Guerra considera que la reducción en el cupo asignado por Cadivi lo que ha causando es una restricción a los derechos de los venezolanos. “Es una agresión al venezolano común porque viajar es un acto legal, el uso de las divisas es un acto legal y para eso se revisan las facturas”.
El economista resaltó que, mientras se reducen los cupos a los viajeros en el año 2012, según el ministro Jorge Giordani y la entonces presidenta del Banco Central de Venezuela, Edmée Betancourt, del país se fugaron por medio de importaciones fraudulentas autorizadas por Cadivi, US$23.000 millones y los ciudadanos venezolanos usaron en el mismo período apenas US$5.000 millones para viajes y compras por internet. Por lo que Guerra asegura que el Gobierno tiene puesto el ojo en donde no es.
Agregó que además el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme) entregó entre julio de 2010 y febrero de 2012 para importaciones US$27.000 millones, y no se sabe donde están esas importaciones.
Guerra resaltó que las restricciones ahora tendrán más dificultades para hacer importaciones. “Todo esto pudiese ocasionar un aumento de la escasez de bienes. Según el informe del Banco Central a finales del 2013 la escasez llegó a índice de 22% y en el 2012 fue de 16% y ya era preocupante”.
Guerra explicó: “Los venezolanos corremos el riesgo de aumentar los niveles de escasez producto de la restricción de las divisas, pero además se ha agregado otro factor, el virtual desconocimiento de la deuda privada no financiera por parte del Gobierno porque el vicepresidente de Economía, Rafael Ramírez, anunció que van revisar las deudas que tienen con las empresas y con los proveedores extranjeros, éste es un hecho muy grave porque al cortarse las líneas puede agudizarse el problema de escasez en el país”.
Fuente: Urgente 24