De acuerdo con el sondeo en distintas ciudades del país de la Universidad Siglo XXI, con sede en Córdoba, el 46,4% de las 1.044 personas consultadas calificó su situación económica actual como regular, mientras que el 23,5% dijo que está mal y un 12,4% opinó de manera más pesimista aún, al decir que la situación está muy mal.
Un alto porcentaje de los habitantes de la Argentina no percibe que la situación económica sea en general buena, al menos según una encuesta hecha por investigadores de una universidad privada.
De acuerdo con el sondeo , el 46,4 por ciento de las 1044 personas consultadas calificó la situación económica actual como regular, mientras que el 23,5 por ciento consideró que está mal y un 12,4 por ciento opinó de manera más pesimista aún, al decir que la situación está muy mal. Con una mirada más positiva, un 14,8 por ciento de los encuestados dijo que este es un momento bueno, y casi un 3 por ciento optó por la calificación de muy bueno.
La percepción es más negativa cuanto más baja es la condición socioeconómica de la persona, hasta tal punto que entre los más pobres la mitad considera que su situación personal está peor hoy que tres años atrás, una respuesta que, en cambio, ofrece un cuarto de quienes están en el estrato social más elevado.
Son algunas de las conclusiones que se desprenden del resultado de una encuesta hecha por la Universidad Empresarial Siglo Veintiuno -con sede en Córdoba-. El relevamiento fue hecho en siete ciudades: Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Corrientes, San Miguel de Tucumán, Rawson y Mendoza.
Según el estudio, la percepción sobre cómo le va a la economía del país tiene una alta relación con el nivel socioeconómico de las personas y con el grado de conformidad que expresan tener con sus ingresos.
Donde las diferencias en las respuestas se ven más claramente, según destacó el vicerrector de la universidad, Gustavo Parino, es en la comparación de la situación personal actual con la de tres años atrás. En la población de clase media, el 40,3% consideró que está mejor, mientras que en el estrato bajo inferior sólo el 19,4 por ciento optó por esa respuesta, que fue la elegida por el 38,3 por ciento de las personas de clase alta.
Si bien no se indagó sobre las razones de la percepción, lo cierto es que los resultados de la encuesta parecen confirmar la idea de que la inflación tiene su impacto más fuerte en las clases más bajas, a contramano de lo que opina por ejemplo, el ministro de Economía, Amado Boudou.
El alza de precios acumulado en los últimos tres años, según estimaciones privadas, ronda el 70 por ciento. Si bien muchos salarios del sector formal tuvieron una recomposición de similar magnitud, los ingresos de los informales suelen quedar más retrasados, además de que en muchos casos se trata de personas que tienen ocupaciones en forma intermitente.
Por otra parte, el segmento de empleo en negro habría sido el más afectado por la crisis de la actividad entre 2008 y 2009.
Alimentos y alquileres
Por otra parte, la suba de precios se dio en varios períodos con más fuerza en los productos más básicos, como alimentos, que tienen mayor peso en la canasta de consumo de los más pobres.
Y el costo de alquilar una vivienda, por ejemplo, se elevó mucho más para las familias de bajos recursos: según un relevamiento realizado por la Universidad Católica Argentina, entre 2007 y 2009 el precio de rentar un lugar para vivir subió un 97,4 por ciento en las villas o asentamientos; un 78,5 por ciento en el trazado urbano de nivel bajo, y un 51,5 por ciento en zonas urbanas de nivel medio.
Ese estudio de la UCA, difundido meses atrás, mostró además la persistencia de un fuerte déficit estructural -aun luego de varios años de crecimiento-, que se refleja en la cantidad de viviendas sin acceso a cloacas, agua potable o gas de red.
Sin embargo, hubo también políticas que mejoraron la situación de las familias, como el pago de la asignación por hijo, hoy de 220 pesos mensuales por cada menor, o la posiblidad de un ingreso que se les dio a personas mayores, que no habían hecho aportes jubilatorios.
En el relevamiento a la pregunta sobre la situación económica del país, en el nivel más bajo de la escala social no hubo quien dijera que la situación está muy bien, en tanto que las opciones de que está mal o muy mal sumaron el 63,9 por ciento de las respuestas.
Por otra parte, a medida que baja el nivel de conformidad con los ingresos personales, peor es la opinión de cómo le va al país. Así, entre quienes se manifestaron muy a disgusto con la cantidad de dinero recibida, más del 60 por ciento ve una situación mala o muy mala en la economía nacional, y un 32,4 por ciento la ve regular, mientras que sólo el 5,9 por ciento califica de bueno el panorama de la macroeconomía.
En el otro extremo, entre quienes dicen estar muy conformes con su ingresos, hay más de un tercio que considera que la economía argentina está muy bien o bien, y poco más del 20 por ciento cree que las cosas andan mal.
Fuente: La Nación
