El ex tesorero del gobernante Partido Popular (PP), Luis Bárcenas, sostuvo que el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, sabía que las llamadas Cuentas B de su fuerza política eran usadas para financiar parte de las campañas electorales.
Bárcenas, tras negar que haya utilizado ese dinero para nutrir su fortuna personal acumulada en Suiza, reiteró que la cúpula dirigente de la agrupación derechista, Rajoy inluido, conocía el sistema de financiación ilegal.
Bárcenas, quien se encuentra en prisión desde el 27 de julio pasado, regresó hoy a la Audiencia Nacional para responder a las preguntas del juez de instrucción Pablo Ruz, quien investiga dos casos con múltiples vasos comunicantes, la red de corrupción Gürtel y la contabilidad B del PP.
El ex tesorero -pieza clave del caso Gürtel, asociación ilícita que pagaba comisiones al PP a cambio de concesiones donde gobernaban sus afiliados- se había ofrecido a aportar información sobre la caja B de su partido, que salió a la luz después de que se descubrieron las cuentas de Bárcenas en Suiza con millones de euros.
Durante cinco horas de interrogatorio, Bárcenas reiteró que el dinero de sus cuentas en Suiza, donde llegó a acumular 48,2 millones de euros en 2008, provenía de sus actividades económicas del ámbito privado y no tenían ningún vinculo con el dinero ilícito del PP, según fuentes judiciales.
Al respecto, Bárcenas explicó que el partido derechista llevaba una contabilidad paralela en todas las provincias y regiones
Entre esas actividades «exitosas» que nutrieron su fortuna, el ex tesorero del PP mencionó inversiones en bolsa, compra venta de inmuebles y de obras de arte, y otras comisiones recibidas por la gestión de dinero de empresarios uruguayos y argentinos, cuya identidad no reveló, indicaron la fuentes.
Al interrogatorio asistieron los fiscales, acusadores y defensores del caso Güertel, ya que el juez busca ampliar la información policial que apunta a que Bárcenas no sólo acumuló dinero de la red corrupta de empresarios, sino también de las cuentas B del partido de Rajoy.
Sin embargo, el acusado no aportó nada nuevo en este sentido y, por el contrario, proporcionó nuevos detalles sobre las cuentas B del PP.
Al respecto, Bárcenas explicó que el partido derechista llevaba una contabilidad paralela en todas las provincias y regiones, que se nutría de las donaciones locales y que esos fondos se utilizaban durante los períodos electorales.
El dinero llegaba también a municipios bajo poder del PP, entre ellos algunos implicados en el caso Gürtel y otros escándalos de corrupción.
Además, señaló que el sistema de financiación, de más de dos décadas de existencia (1990-2008), era supervisado por los secretarios generales de la fuerza y conocido por sus máximos líderes.
Entre algunos de los detalles ya conocidos, Bárcenas ratificó el donativo de 300.000 euros que el PP recibió de manos del presidente del parlamento valenciano, Juan Cotino, para financiar la campaña de Rajoy a las elecciones generales de marzo de 2004.
También confirmó que la empresa Sacyr -adjudicataria de contratos públicos en Toledo- aportó 200.000 euros a la campaña electoral de la actual secretaria general del PP y presidenta regional de Castilla-La Mancha, Maria Dolores de Cospedal, para las elecciones autonómicas de 2007.
Bárcenas explicó que él recibió las «llaves» de la Caja B del PP en 1990 de manos del ex secretario general Francisco Ávarez Cascos -actualmente fuera del partido- junto con 8 millones de pesetas de dinero en negro, y que éste le encomendó la gestión del dinero debido al arresto del entonces tesorero Rosendo Naseiro.
La de hoy fue la duodécima declaración de Bárcenas ante la justicia desde que el juez Baltasar Garzón destapó el caso Güertel en 2009.
Su declaración más reveladora fue en julio, cuando reconoció ser autor de la contabilidad B de su partido, filtrada a la prensa el 31 de enero de 2013, justo después de que la justicia descubrió sus cuentas en Suiza.
Bárcenas puso en palabras lo que se desprendía de los documentos, que su partido se financiaba ilegalmente con donaciones de empresarios a cambio de concesiones y que, además, repartía dinero en negro entre la cúpula partidaria, entre ellos el propio Rajoy.
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