TUNEZ (Reuters) – Nuevos sonidos de disparos se escucharon el jueves en el centro de la capital de Túnez, dijo un reportero de Reuters, después de que un hombre muriera en enfrentamientos con la policía durante la noche.
La gente se tapaba la boca para protegerse de un humo negro que ascendía hacia el cielo mientras la policía bloqueaba el área.
Los últimos enfrentamientos durante manifestaciones antigubernamentales que comenzaron hace casi un mes se producían a una corta distancia del edificio del banco central en la principal zona comercial de la ciudad, también la ubicación de la principal estación de autobús y de trenes.
«Era una protesta y la policía usó gases lacrimógenos y disparos para dispersar a la multitud», dijo un testigo en una calle cercana.
Todas las tiendas estaban cerradas y soldados armados, movilizados para reforzar a la policía, montaban guardia a las afueras de los edificios gubernamentales tras alambradas.
La televisión estatal dijo que el presidente Zine al-Abidine Ben Ali, que afronta el mayor desafío de sus 23 años en el cargo, transmitiría un discurso posteriormente.
Los participantes en las manifestaciones dicen que están enojados por el desempleo, la corrupción y lo que califican como represión del Gobierno. Las autoridades afirman que las protestas han sido secuestradas por una minoría de extremistas violentos que quieren perjudicar a Túnez.
El último recuento oficial de víctimas de civiles muertos se sitúa en 23. Pero testigos dijeron a Reuters el miércoles que otras cinco personas fallecieron, mientras que Naciones Unidas sostuvo que grupos de derechos sitúan la cifra en 40.